entrevista exclusiva
Estuvo presa en Neuquén y publicó un libro desde el interior: "Crear desde un lugar adverso"
Mientras estaba privada de su libertad, María Cristina Villar logró que su pasión por las palabras se conviertan en un compilado de relatos y poemas.El encierro y el mundo que se extraña fue el ambiente creativo en el que María Cristina Villar, una mujer de 48 años que estuvo presa en la Unidad Penitenciaria de Mujeres N°16 de Neuquén, acusada y condenada por obstruir un proceso judicial junto a su hermano en el 2021, escribió Miradas desde el interior. En exclusiva con Mejor Informado, la autora relató cómo lleva su vida tras recuperar su libertad: "Crear desde un lugar adverso".
Este 11 de septiembre, Villar recuperó su libertad condicional gracias a los talleres formativos que realizó en la unidad. Allí, con el proyecto del Centro Educativo Provincial Integral N°1 (CEPI) y la Dirección General Modalidad en Contexto de Privación, tuvo la oportunidad de redimirse y cumplir con una necesidad personal de expresar su vida en relatos.
Respecto a aquel 5 de marzo de 2021, expresó que "fue con la sola inquietud de manifestarnos en contra de una Justicia arbitraria", denunció. Luego, tras ser condenada a 5 años y 6 meses de prisión efectiva, en su nueva realidad atravesó muchos desafíos y logró pasar el día a día gracias a las personas que la acompañaron. "Es un lugar donde uno tiene que poder construirse y conocí gente que me ayudó a salir adelante", expresó.
Así, años después, finalmente llegó la presentación de su tan esperado y trabajado proyecto. Este 4 de octubre a las 20 horas, Villar hará la presentación de su primer libro en el salón azul de la Biblioteca de la Universidad Nacional del Comahue.
El taller en donde escribió más de 400 relatos, los cuales atravesaron un difícil filtro para que reúnan solamente 100 en el trabajo final, duró seis meses y fue financiado por una beca del Fondo Nacional de las Artes. Entre prosas y metáforas, logró reflejar el encierro y los estados emocionales que las personas atraviesan en ese contexto. "Aquello que se extraña: la familia, la posibilidad de deambular libremente, conectar con las emociones", detalló.
"La escritura me permitió mirar la esencia de la vida desde otro lugar", comentó la estudiante de abogacía y de comunicación y medios que habla como si estuviera relatando un poema. "Las personas privadas de la libertad pasamos por situaciones complejas, no se nos reconoce como sujetos de derechos y la sociedad tiene una mirada poco empática en relación a la realidad que nos toca afrontar", continuó de forma reflexiva.
Por eso, a través de la escritura, algo que siempre estuvo presente en su vida, pudo trascender los muros y convertir aquel espacio negativo en positivo. "Es una alternativa posible para promover el cambio y la inserción social luego de salir de una unidad penitenciaria", comentó.
Su pasión por la escritura y resiliencia la llevaron a presentar un proyecto a todo el público. "No lo planifiqué y que haya surgido de este espacio hace más amplio el sentir, tiene un resultado tan positivo, escapa a todo nivel de sentimientos que puede atravesar una persona", describió emocionada.
En un momento tan ameno, Villar expresó su agradecimiento por la aceptación que está recibiendo. "En un espacio tan negativo surgió algo completamente nuevo que trae una bocanada de aire fresco", concluyó.