El Senado de la Nación rechazó el proyecto de ley conocido como Ficha Limpia, una iniciativa que pretendía impedir que personas condenadas en segunda instancia pudieran postularse a cargos electivos nacionales. La medida, que apuntaba a elevar los estándares éticos de la política argentina, no logró reunir los 37 votos necesarios para su aprobación y quedó a tan solo uno de ser sancionada: obtuvo 36 votos afirmativos frente a 35 negativos.
El resultado generó una fuerte reacción en el ámbito político y social, principalmente entre los sectores que impulsaban la propuesta. El presidente Javier Milei fue uno de los primeros en manifestarse, calificando el desenlace como “lamentable” mediante una escueta publicación en redes sociales. Si bien su espacio había respaldado públicamente el proyecto, persisten dudas sobre si el oficialismo movió todas sus fichas para garantizar su aprobación.
El revés legislativo se consolidó tras una extensa sesión de más de diez horas, en la que se escucharon decenas de discursos a favor y en contra. La clave del rechazo estuvo en el voto de los dos senadores misioneros del Frente de la Concordia, Sonia Rojas Decut y Carlos Arce, que decidieron no acompañar la iniciativa. Curiosamente, el mismo espacio político ya había bloqueado un proyecto similar en su provincia en 2020.
Cómo votaron los senadores de Neuquén y Río Negro
En el caso de Neuquén y Río Negro, la votación mostró una división clara entre bloques. Por parte del Frente de Todos, tanto Oscar Parrilli como Silvia Sapag —senadores por Neuquén— votaron en contra del proyecto, alineándose con la postura histórica del kirchnerismo en esta materia. Lo mismo hicieron sus pares rionegrinos Silvina García Larraburu y Martín Doñate, también del mismo espacio político.
En contraposición, la senadora neuquina Lucila Crexell, que integra el interbloque Provincias Unidas, apoyó la iniciativa, lo mismo que Mónica Silva, de Juntos Somos Río Negro. Ambas legisladoras se diferenciaron de los bloques mayoritarios y votaron a favor de establecer una cláusula que, de haberse aprobado, habría representado un cambio significativo en el mapa político argentino.
Con la votación rechazada, el debate sobre la integridad de los candidatos y la transparencia en el acceso a cargos públicos seguirá abierto. El proyecto de Ficha Limpia, impulsado por Silvia Lospennato (PRO) y respaldado por sectores de la sociedad civil, parece haber tocado un límite en el Senado, aunque su impulso social sugiere que seguirá siendo parte de la agenda pública.
Con el rechazo del proyecto, Ficha Limpia no podrá avanzar en el Congreso en esta instancia, aunque sus impulsores adelantaron que insistirán con nuevas presentaciones. Mientras tanto, la votación en el Senado dejó en evidencia las posturas dispares entre provincias y bloques políticos, así como el peso de los alineamientos partidarios en temas vinculados a la ética pública y la reforma electoral.