Vecinos de la calle Fernández Oro, en el sector oeste de Cinco Saltos, denunciaron una situación insólita y alarmante: a un mes de la rotura de un caño de agua, la empresa estatal Aguas Rionegrinas no solo no resolvió el problema, sino que dejó una montaña de tierra suelta con una precaria señalización hecha con ramas y cintas de “peligro”.
El problema comenzó el 24 de mayo, cuando se detectó una importante pérdida de agua en la calle Fernández Oro al 1500. Una cuadrilla de ARSA intervino, pero la reparación fue deficiente. Pocos días después, el mismo caño volvió a romperse con mayor gravedad y el agua comenzó a brotar nuevamente hacia la superficie, afectando tanto la propiedad privada como el tránsito en toda la cuadra.
"No hicieron el trabajo como corresponde. Taparon el pozo con tierra suelta, y el mismo peso provocó que se volviera a romper. Es una intervención ineficiente e irresponsable", señaló un frentista en una nota formal que fue enviada por correo electrónico a la sede local de ARSA, a la central de Viedma y también al municipio.
El reclamo, que fue acompañado por unas 12 fotografías, denuncia además que el pozo nunca fue debidamente cerrado y que en su lugar quedó una gran montaña de tierra. Como única advertencia, los operarios colocaron cintas de peligro sujetas con ramas secas clavadas en el suelo, una señalización precaria que pone en riesgo a peatones y automovilistas.
Actualmente no solo persisten los problemas por la mala intervención, sino que han dejado un pozo enorme sin tapar. Esto representa un serio peligro para todos. Los vehículos tienen que circular muy pegados a la vereda, rompen mis árboles cada vez que pasan. Es una situación insostenible”, denunció una vecina en redes sociales, donde publicó una decena de fotos que evidencian el estado de abandono del lugar
Además del perjuicio directo a las viviendas, el estado de la calle afecta a todo el barrio. El tránsito es cada vez más complicado y el agua que fluye constantemente por el cordón cuneta va socavando el terreno.
Aguas Rionegrinas fue notificada oficialmente, y también se realizaron presentaciones ante el intendente y las autoridades municipales. Pero hasta el momento, nadie ofreció una respuesta concreta.
Mientras tanto, el agua sigue corriendo por la calle y el pozo continúa abierto, custodiado apenas por unas cintas atadas a ramas.