Luego de la falla del motor principal del sistema de aire comprimido, que paralizó sectores clave del hospital Francisco López Lima de Roca, como los quirófanos, la terapia intensiva pediátrica y de adultos, y el área de esterilización los trabajadores advirtieron la crítica situación. La falla obligó a trasladar pacientes críticos a clínicas privadas, suspender todas las cirugías programadas y montar un sistema de atención de emergencia en neonatología.
Desde Salud no precisaron cuándo se resolverá el desperfecto, desde la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) Río Negro lanzaron una dura advertencia: “Es alarmante la situación del hospital de Roca. No obtuvimos respuestas y no sabemos cuándo se va a resolver”, expresó el dirigente gremial Facundo Capello.
Capello explicó que el sistema afectado “genera gases que, en combinación con el oxígeno, son primordiales en sectores claves del hospital”. La falla no solo interrumpió la provisión de aire comprimido, sino que obligó a improvisar espacios de internación y reorganizar la atención de pacientes en estado crítico. “Hubo cambios y tuvimos que improvisar soluciones. Se montó un lugar de atención alternativo, pero no es lo ideal. El trabajador está pensando qué va a suceder, si debe derivar a un paciente y cómo será trasladado”, detalló el dirigente. La situación generó un clima de incertidumbre entre el personal de salud, que debió redoblar esfuerzos para sostener la atención en condiciones adversas.
Desde ATE remarcaron que la falla no se debe a negligencia del personal técnico, sino a la falta de inversión estatal. “No es falta de mantenimiento por parte de los trabajadores. Si no hay mantenimiento, es por falta de las autoridades. Hay maquinarias que cumplen un ciclo de vida y a veces es necesario cambiarlas”, sostuvo Capello. Según trascendió, el motor averiado tiene varios años de uso y requiere repuestos específicos que aún no han sido provistos. Un intento de reemplazo con un equipo prestado por el Ministerio de Salud de Neuquén fracasó, ya que el motor no pudo adaptarse al sistema del López Lima.
La gravedad del episodio expone una vez más las falencias estructurales del sistema de salud pública en Río Negro. El hospital López Lima es el centro de mayor complejidad del Alto Valle y concentra la atención de pacientes de toda la región. Sin embargo, enfrenta desde hace años problemas de infraestructura, falta de insumos y sobrecarga del personal. “Estamos reclamando celeridad a las autoridades. No se puede sostener un hospital con motores que ya cumplieron su vida útil. Son equipos grandes que abastecen a todo el hospital. Hay que ver si se consiguen los materiales para repararlo, pero también hay que pensar en una renovación integral del sistema”, advirtió Capello.
Mientras tanto, la comunidad médica y los gremios siguen esperando una respuesta de Salud. La guardia del hospital opera con capacidad reducida, las cirugías siguen suspendidas y los pacientes derivados aguardan reubicación definitiva. La emergencia técnica no solo puso en jaque la operatividad del hospital, sino que reavivó el debate sobre la responsabilidad estatal en garantizar el derecho a la salud. “No se trata de una falla puntual. Es el resultado de años de desinversión. Y cuando el sistema colapsa, los que pagan las consecuencias son los trabajadores y los pacientes”, concluyó Capello.