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Martes 08 de Julio, Neuquén, Argentina
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La trágica coincidencia entre la muerte de Diogo Jota y Neuquén

La lamentable noticia de la muerte de la superestrella del fútbol mundial abre debate sobre la seguridad vial. Todos lo lloramos... ahora hay que ser consecuentes con el manejo en la ciudad.

Martes, 08 de julio de 2025 a las 08:12
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La reciente muerte de Diogo Jota, un futbolista reconocido y querido, conmocionó a muchos y puso en evidencia una vez más la fragilidad de la vida frente a la tragedia vial. Su caso, tan mediático como doloroso, no debe quedar solo en la anécdota de una estrella caída, sino que invita a reflexionar sobre una realidad cotidiana mucho más amplia y dolorosa que atraviesa a muchas comunidades, como la de Neuquén.

Durante 2024, Neuquén registró más de 2.200 accidentes de tránsito, con 64 víctimas fatales. En el primer trimestre de 2025, ya se superaron los 800 siniestros y lamentaron 11 muertes, un número alarmante que refleja una crisis que no distingue edad, género ni posición social. La mayoría de las víctimas son hombres, muchas veces jóvenes, que podrían ser cualquier persona cercana a nosotros.

Lo más preocupante es que detrás de estas cifras hay historias de vidas truncadas, familias devastadas y sueños interrumpidos por decisiones que a menudo podrían haberse evitado. El respeto por las normas de tránsito y las medidas de seguridad no son meras formalidades: son las barreras invisibles que nos protegen de un destino fatal.

Así quedó el auto de Diogo Jota tras el accidente.

La muerte de Diogo Jota no es un llamado a buscar culpables ni a estigmatizar, sino una oportunidad para mirar de frente la realidad que se vive en nuestras calles y rutas. Su partida repentina nos recuerda que la vulnerabilidad en el tránsito no conoce jerarquías ni fama. Cada accidente es una tragedia que afecta a la comunidad entera.

Neuquén, una provincia con rutas que concentran altos índices de siniestralidad, ha implementado planes como el de Tránsito Inteligente que han logrado reducir la cantidad de siniestros, pero aún queda un largo camino por recorrer. Además se ha librado una inversión importante para mejorar las rutas de la provincia. Pero no basta solo con infraestructura: la educación vial y la conciencia social deben ser la base para frenar esta escalada de pérdidas.

Diogo Jota estaba en su mejor momento futbolístico

Este momento es para que cada uno, conductores, peatones y autoridades, reflexione sobre la responsabilidad individual y colectiva que implica circular por las calles. Respetar los límites de velocidad, usar cinturón de seguridad, no conducir bajo efectos del alcohol ni distracciones, y respetar señales son acciones que salvan vidas.

La tremenda coincidencia entre la muerte de una figura pública como Diogo Jota y las cifras de accidentes viales en Neuquén es un triste recordatorio de que la seguridad vial es un asunto de todos. Que su recuerdo inspire un compromiso real con la prevención para que ninguna otra vida se pierda por evitar simples reglas de tránsito.

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