Literatura

“La Línea Rosa” y los derechos LGBTQ+ en el siglo XXI

La Línea Rosa, un excelente trabajo periodístico, una lectura inspiradora y de concientización, y también una conjunción de voces.
viernes, 6 de enero de 2023 · 14:38

Los relatos sobre los derechos de la comunidad LGBTQ+ en el mundo suelen reducirse a pinceladas simplistas, caricaturescas y maniqueas. Ilustramos historias progresistas, inspiradoras y repletas de “finales felices” en Estados Unidos y Europa, donde las personas marchan en las calles, las banderas arco iris flamean indiscutidas, y las leyes son justas y permisivas. A veces, retratamos a las “fuerzas del mal” (fanáticos religiosos y fuerzas conservadoras) que amenazan con obliterar aquellos paraísos. Simultáneamente, escuchamos cuentos de terror sobre lo que sucede en el resto del mundo. Todo, por supuesto, desde el punto de vista de aquellas naciones noroccidentales.

 

La Línea Rosa, un trabajo sobre los logros y desafíos de la comunidad LGBTQ+ en diversos países del planeta.

 

Recientemente, el activista Mark Gevisser escribió un libro que buscaba complejizar estos retratos. Tal como me reveló en una entrevista, su propósito no era desmentirlos o negarlos, sino meramente trascender estos discursos de “buenos” vs “malos”, dándole voz a otras perspectivas. Así, nació La Línea Rosa, un trabajo sobre los logros y desafíos de la comunidad LGBTQ+ en diversos países del planeta. En esencia, Gevisser explora las formas en las que diversas coyunturas del siglo XXI (como la globalización, la tecnología, los conflictos internacionales, los crecientes flujos migratorios, el hambre y la pobreza) han influenciado el desarrollo de la comunidad. Para ello, el autor recorrió distintos países en busca de historias que nutrieran su trabajo, conversando y entablando vínculos con individuos ansiosos de contar sus historias y vivencias. Así, La Línea Rosa recopila una variedad de voces que pretenden complejizar nuestro típico entendimiento de “la realidad LGBTQ+” en la actualidad. Sin fines académicos (porque La Línea Rosa no fue escrito para ser leído por profesionales), el autor busca hacer que las personas comunes y corrientes aprendan sobre otras realidades (sean más problemáticas o más inspiradoras) del planeta, colocando sus ojos más allá de Occidente.

 

La obra es la multiplicidad de puntos de vista y de narrativas lo que permite complejizar nuestro entendimiento del mundo.

 

Cuando le pregunté a Gevisser a qué aludía el término del título, me explicó que “la línea rosa” constituye una manera de describir una conversación geopolítica global en aumento que describe, define y divide al mundo en el siglo XXI. Por un lado, se encuentran los países, individuos e instituciones que expanden la definición de “derechos humanos” para otorgarle una ciudadanía plena a la comunidad LGBTQ+, y por el otro lado, aquellos que promulgan la exclusión en nombre de los “valores tradicionales”, la “soberanía cultural” y los mandatos religiosos. Como parte de la comunidad LGBTQ+ y ferviente activista, Gevisser quiso entender por qué esta “conversación” estaba tomando lugar a tal escala y velocidad, así como acceder a los testimonios de individuos afectados por esta “línea rosa” intangible. Sea entre continentes, naciones, comunidades, instituciones e incluso familias, existen ciertas “fronteras LGBTQ+” en el mundo de hoy en día. Ni siquiera una ley garantiza cambios inmediatos, absolutos o irreversibles, y nuestra cotidianeidad se encuentra plagada de choques y disidencias. Hay cientos de “líneas rosas” invisibles y que moldean nuestras relaciones del día a día. Damos por sentado ciertas imágenes sobre lo “progresista” o “atrasado” de cada quien en cuanto a los derechos de la comunidad LGBTQ+, pero con solo explorar un poco el mundo, con escuchar un abanico de relatos tal como en La Línea Rosa, podemos ver que la realidad es mucho más compleja.

 

“Cada sociedad es diferente y enfrenta sus propios desafíos”.

 

Por supuesto, no existe un único relato global que pueda sintetizar la situación de los derechos LGBTQ+ en la actualidad. “Cada sociedad es diferente y enfrenta sus propios desafíos”, indicó el autor. Como dije antes, incluso dentro de una misma sociedad pueden encontrarse cientos de matices. Los problemas más urgentes conciernen la seguridad personal y la violencia sufrida por la comunidad LGBTQ+ en ciertas naciones del mundo, pero incluso las naciones con legislación progresista no garantizan que ciertas actitudes y normas de discriminación se vean erradicadas. Así, el libro de Gevisser busca concientizar sobre algunas de las problemáticas que enfrenta la comunidad LGBTQ+ en la actualidad. En lugar de una “línea rosa” entre “países progresistas” y “países discriminatorios”, cada sociedad contiene en su interior una multiplicidad de contradicciones. Incluso donde las banderas arco iris de la comunidad flamean en la calle impunemente y todo matrimonio es legal, prevalecen en nuestro mundo peligros que trascienden una mera ley sobre el papel. Esto es lo que La Línea Rosa trae a la luz. Es un excelente trabajo periodístico, una lectura inspiradora y de concientización, y también una conjunción de voces. De relatos, perspectivas e historias de vida, diversas e iguales, disímiles y comunes, únicas y humanas. Porque es precisamente la multiplicidad de puntos de vista y de narrativas lo que permite complejizar nuestro entendimiento del mundo.

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