La idea surgió a partir de ver una oportunidad durante su viaje de egresados y juntos crearon Fox Socks. Este este año, proyectan alcanzar una producción anual de entre unos 250.000 y 300.000 pares.
Nicolás Sigal y Tommy Cohen tenían una mirada curiosa e incansable, tanto que se activó durante su viaje de egresados de quinto año y desde ese momento son amigos y socios. Hoy soy los fundadores de Fox Socks, empresa que está cerca de lograr su objetivo de facturar $ 250 millones durante este año.
Aún son estudiantes, apenas rondan los 22, y al mismo tiempo lideran este negocio que está ligado a una pasión de ellos y de los argentinos: el fútbol. “Para hablar del nacimiento de fox Socks tenemos que remitirnos a nuestro viaje de egresados a Europa, en 2018. Allá, Tommy observó que los jugadores utilizaban una pantorrillera para jugar al futbol, en lugar de la media completa. Descubrió que varios de ellos rompían la parte inferior de sus medias y se calzaban en el pie otras, unas novedosas medias antideslizantes”, recuerda Nicolás.
En ese entonces, Nicolás jugaba en las inferiores de Ferro, por lo que no le faltaban conexiones con el mercado deportivo. “A partir de este hallazgo, evaluamos que podría existir un nicho y una oportunidad de negocio focalizada en la innovación tecnológica que se aplica a las medias, con las que se evitan lesiones, formación de callos y ampollas, y además aportan un nuevo grado de confort a los usuarios”, cuenta el fundador.
Como conocedores de lo que querían de un par de medias, estos creadores se enfocaron en tener los mejores materiales, y la tecnología y la calidad adecuadas. “Se trata de medias de muy buena calidad, a las que, luego del proceso de costura, se le suma en la base un estampado antideslizante. Esta tecnología ofrece una mejor fijación del pie en el calzado y previene lesiones de tobillo y ampollas, a la vez que aumenta el rendimiento”, describe Nicolás.
En cuanto al factor argentino, “actualmente uno de nuestros mayores desafíos está en fijar precios y comprender nuestros costos. Producto de la alta inflación, los insumos se incrementan permanentemente, además de los otros costos que requiere el negocio (alquileres, servicios y más)”, detalla Nicolás.