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Contra el pronóstico médico, Hampton fue la figura de la final

Le dijeron que no podía atajar por una afección visual severa, pero luchó por su sueño y fue clave para que Inglaterra se consagre campeona en los penales ante España.

Domingo, 27 de julio de 2025 a las 20:53
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Pese a su afección visual, Hampton fue la figura en la definición por penales

La final de la Eurocopa Femenina 2025 dejó una imagen que trasciende lo deportivo: la de Hannah Hampton atajando dos penales, uno de ellos a la emblemática Alexia Putellas, y consagrando a Inglaterra como bicampeona de Europa. Pero detrás de su actuación sobresaliente hay una historia aún más profunda: la de una arquera que, según los médicos, no debería haber jugado nunca al fútbol.

Desde pequeña, Hampton convive con estrabismo, una patología ocular que afecta gravemente la percepción de profundidad. "No tengo percepción de profundidad, no puedo calcular distancias; por eso, ser arquera no tiene mucho sentido", llegó a admitir. A pesar de las tres cirugías a las que fue sometida antes de los tres años y un diagnóstico tajante a los 12, cuando un médico del Stoke City le sugirió abandonar el puesto de guardameta, ella eligió persistir.

Y vaya si valió la pena. En la final disputada ante España, tras el 1-1 en los 120 minutos de juego, Hampton se transformó en figura total en la definición por penales, tapando dos remates y levantando a su equipo cuando más lo necesitaba. No fue casualidad: ya en cuartos de final había sido decisiva ante Suecia, donde atajó dos penales más pese a haber terminado el partido con una hemorragia nasal producto de un golpe.

Hampton, actual arquera del Chelsea, también tuvo que adaptar su técnica bajo los tres palos. En lugar de resignarse, trabajó para compensar sus limitaciones visuales: adelantó sus manos, modificó su postura inicial y desarrolló una capacidad de anticipación que hoy la ubica entre las mejores del continente.

Fuera de la cancha, su condición sigue marcando su vida. "Cuando sirvo un vaso de agua, si no lo estoy sosteniendo, lo derramo en los zapatos", contó entre risas en una entrevista con el exportero Ben Foster. En pleno partido, incluso ha tenido que arreglárselas con lentes de contacto a punto de salirse, pidiendo tiempo o improvisando para no quedar completamente a ciegas.

Pero nada detuvo a Hampton. Desde sus inicios en Birmingham y su formación en el Stoke City, hasta su paso por Birmingham City, Aston Villa y ahora Chelsea, fue forjando una carrera basada en la resiliencia. Y en Frankfurt, esa resiliencia tocó la gloria: Inglaterra gritó campeona, y Hannah Hampton se metió para siempre en la historia del fútbol.

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