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La práctica que puede mejorar tu vida sin gastar un centavo

Conocida como “atención plena”, está práctica sencilla es oro en polvo para quienes el bienestar es un valor muy preciado.
Viernes, 19 de julio de 2024 a las 14:13

Las investigaciones sugieren que nuestra mente divaga de forma natural alrededor del 50% del tiempo. A esto se suma que vivimos en un constante bombardeo informativo, no solo a través de medios convencionales. También desde plataformas digitales, apps, servicios streaming, mensajería, suscripciones, etc. Las consecuencias de esto, en nuestra mente, son nefastas, y en nuestro cuerpo, devastadoras. 

 

La sobrecarga informativa es infernal y confunde a nuestra mente que no logra asimilar tantos datos a la vez. Esto genera síntomas que atraviesan, tanto a los nativos digitales como a las generaciones que tuvieron que adaptarse al mundo digital.

 

Confusión, ineficiencia en el trabajo, dificultad para tomar (buenas) decisiones, falta de capacidad crítica y de perspectiva general, mayor tolerancia al error, síndromes como el burnout, trastornos atencionales, de ansiedad y estrés psicológico. Y la lista sigue, con sus consecuentes impactos en la salud.

En resumen, esto trae aparejada otra gran dificultad: la incapacidad de dirigir nuestra atención hacia lo que nos importa. Y aquí es donde esta práctica, considerada para muchos como “la meditación del siglo XXI”, juega un papel crucial en la vida de las personas que la practican a diario.

 

Confusión, ineficiencia en el trabajo, falta de capacidad crítica y de perspectiva general, mayor tolerancia al error, síndromes como el burnout, son algunas de las consecuencias de la sobrecarga informativa.

 

Mindfulness: ¿qué es?

El mindfulness es una práctica basada en la meditación que ha ganado popularidad en todo el mundo en los últimos años, justamente porque de forma muy sencilla nos ayuda entrenar la atención de forma focalizada. Es decir, que seamos capaces de prestar atención de manera intencional a nuestro “aquí y ahora”, sin cuestionamientos, y apreciando cada detalle en todo su esplendor.

Por eso esta práctica también es conocida como “atención plena” o “conciencia plena”, porque se trata de logar, a través de breves momentos de meditación, enfocar toda nuestra atención en el momento presente y en la tarea que estemos realizando. Esto nos ayuda a encausar nuestros esfuerzos mentales en una misma dirección y, en una segunda instancia, a poder apreciar nuestros estados internos como pensamientos, emociones, sentimientos y sensaciones sobre lo que ocurre a nuestro alrededor, como si lo percibiéramos por primera vez.

Lo bueno de esta técnica, que se basa en la respiración y la concentración, es que no requiere de ninguna preparación previa. La pueden practicar personas de todas las edades, en cualquier momento del día y lugar, en tan solo minutos y sin gastar un centavo. Cualquier persona lo puede hacer desde casa, e incluso también se recomienda para ámbitos laborales.  

 

Esta técnica no requiere de ninguna preparación previa y la pueden practicar personas de todas las edades, en cualquier momento del día y lugar.

Respiro y ommm

¿Cómo? Debemos buscar el momento para hacer una pausa por unos minutos y concentrarnos en nuestra respiración y prestarles atención a todos los detalles: al aire que ingresa al cuerpo, a los sonidos de nuestra respiración, a la calidez del air que expulsamos, a como nuestros pulmones se inflan expandiendo nuestro pecho, a como se vuelven a contraer, y así. Sí, eso es todo. Increíble, ¿no?

Pero, alto. Aunque es un procedimiento sencillo, requiere de cierta práctica y, según los expertos, hay que hacerlo al menos durante unos 4 meses para ver cambios estructurales. No obstante, aseguran que, en tan solo días, mejora nuestra concentración inmediata en tareas de la diaria.

Para hacer tu momento mindfulness podés tener en cuenta, por ejemplo, sentarte en una posición cómoda, en un lugar tranquilo para que te resulte más fácil prestar atención a la respiración. Otra técnica es hacer un “escaneo corporal”, recorriendo mentalmente el cuerpo e ir prestando atención a las sensaciones físicas de cada parte. Una vez que domines esta técnica, podés llevar la atención plena a todas tus actividades cotidianas, sean complejas o a las más sencillas como comer, caminar o lavar los platos.

Se estima que entre 200 y 500 millones de personas meditan en todo el mundo (The Good Bodym, sitio de divulgación de información sobre salud y bienestar).

Mente, sana, cuerpo sano 

Hablemos de beneficios, incluso los avalados por la investigación científica. Porque practicar el mindfulness de forma regular, lo dice a neurociencia, tiene múltiples impactos en el bienestar emocional y psicológica de las personas. Enumeremos algunos: reducción de estrés y ansiedad, aumento de empatía y habilidades sociales, reducción de dolores crónicos, efecto antidepresivo, incremento en la densidad de la materia gris, mejora de la recuperación física, regulación emocional, equilibrio del sistema nervioso, estimulación de la neuroplasticidad, etc.

Existen más de 5.000 estudios científicos que demuestran los beneficios de la práctica continuada del mindfulness y nuevos avances surgen casi a diario. Y, las más recientes tecnologías de escaneo cerebral y neurofeedback revelan que el mindfulness puede cambiar la comunicación e interacción entre diferentes regiones del cerebro, mejorar sus funciones e incluso crear nuevas neuronas (neurogénesis)” detallan desde la Fundación Clínica de la familia, especializada en salud emocional.  

Esta técnica también se recomienda para ámbitos laborales. Al ayudarnos a enfocar la concentración en una cosa a la vez, evita el multitasking y la procrastinación, y nos ayuda a mejorar nuestra productividad, a bajar la incidencia de errores cognitivos como olvidos, distracciones o equivocaciones y a estimular la creatividad, entre otros beneficios. Y, lo mismo pasa en ámbitos de estudio, por eso esta práctica también se perfila como una poderosa herramienta educativa.

 

Y últimas investigaciones aseguran que el mindfulness puede cambiar la comunicación e interacción entre diferentes regiones del cerebro.

Clínicamente testeado

Esta es una técnica milenaria de origen asiático y que se popularizó en Occidente, en las últimas décadas, gracias al trabajo del médico y profesor emérito de la Universidad de Massachusetts, Jon Kabat-Zinn. El fue quien desarrolló el Programa de Reducción de Estrés Basado en Mindfulness (MBSR) a finales de los años 70. En Argentina, fue Clara Badino la pionera de esta práctica. Desde1993, a través de su asociación Visión Clara, se dedica a la difusión y enseñanza de la Práctica Meditativa de Mindfulness en nuestro país. Asisten a sus programas, personas con dolor crónico, deportistas, profesionales de la salud, docentes, niños y también instituciones de vinculadas a la salud.  

 

Jon Kabat-Zinn, el padre del Mindfulness, y Clara Badino, la pionera de esta práctica en Argentina.

Las primeras publicaciones sobre mindfulness fueron en la década del setenta. Su popularidad se aceleró notablemente en los años noventa y hoy también genera gran interés en el mundo científico. De hecho, universidades prestigiosas como Harvard, Cambridge, Oxford, tienen áreas de investigación especialmente dedicadas al estudio del mindfulness.

Según el área de Salud Mental de Harvard, “La evidencia muestra que practicar la atención plena en nuestro día a día puede aumentar significativamente nuestra capacidad para enfrentar eventos traumáticos, mejorar el control sobre nuestros estados emocionales, reducir la ansiedad y los síntomas del estrés”. Otra investigación de la Universidad de California (2013) detectó que incrementa la capacidad de memoria al reducir las distracciones. Y, la Universidad de Surrey (Reino Unido) detectó en 2018 40% menos de estrés y un 58% menos de ansiedad en personas que asisten a cursos sobre mindfulness, con efectos que se mantienen hasta seis meses luego de la finalización del curso.

Hoy en día, las empresas más innovadoras como Apple, Google, Twitter o Nike han adoptado le mindfulness en sus programas de desarrollo como una manera de mejorar los rindes de su personal. También deportistas de elite como Rafa Nadal o el NBA James LeBron, lo practican para mejorar su rendimiento deportivo. Y, claro que llegó a Hollywood. Hugh Jackman, Jenifer Aniston, Penélope Cruz son algunos de los famosos que se declaran “fans” de esta práctica.

 

El doctor López Rosetti explica como prevenir y manejar el estrés con el Mindfullness como herramienta para mejorar nuestra calidad de vida.

 

 

En conclusión, el mindfulness es una práctica poderosa y accesible que tiene un impacto positivo en nuestro bienestar y, en el de la sociedad en general. Porque poder enfocar nuestra energía en vivir de manera consciente el presente se traduce en mayor gratitud y apreciación por la vida.

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