PARA IR CON LOS CHICOS
“Dinos en la Legis”: un viaje al cretácico, sin escalas
En esta hermosa muestra paleontológica en el hall central del edificio de la Legislatura de Neuquén, podés ver el trabajo de los paleoartistas.Entre las 9 de la mañana y las 18 hs se puede ingresar hasta el hall central del edificio de la Legislatura de Neuquén donde está expuesta desde principio de mes, la muestra paleontológica “Dinos en la Legis” que vale la pena visitar.
Se trata de una “exposición paleontológica compuesta por piezas del patrimonio del Parque Geo-Paleontológico Proyecto Dino, de la Provincia del Neuquén” y tiene como objetivo principal ser “un espacio expositivo no convencional” en el que se divulgue y ponga en valor el patrimonio material local y el trabajo de los equipos paleontológicos regionales.
En ese contexto, la muestra es breve pero hermosa. Recorrerla lleva unos pocos minutos de contemplación, pero que movilizan la imaginación de grandes y niños. Además, es también una buena oportunidad para, de paso, conocer el edificio de nuestra Legislatura que es tan imponente como los dinosaurios (ubicado en calle Leloir 810, ciudad de Neuquén).

De cerca, para ver mejor
Cuando llegás al hall del titánico edificio de nuestra Legislatura, los dinos parecen pequeños. Pero, a medida que te vas acercando hasta el lugar de la muestra, aparece un mundo infinito de colores, detalles y escenas cretácicas.
Por un lado, y como protagonista del espacio, encontramos una réplica del esqueleto del Megaraptor Namunhusiquii, un carnívoro de 8 metros hallado en Sierra del Portezuelo (Neuquén). Se cree que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente 98 millones de años. Y que, con sus enormes y afiladas garras de tres puntas, cazaba a otros dinos de menor tamaño como parte de su dieta diaria.

Sí, tenía tres dedos pequeños, pero las garras llegaban a medir casi unos cuarenta centímetros de largo. Al lado del Giganotosaurus Carolinii (quizá el dino más famoso de Neuquén), el megaraptor es pequeño, sí; pequeño, pero “pegriloso”, dicen los niños en clave de chiste.
En la muestra, el esqueleto del megaraptor está en medio de la representación de un típico campamento de una excavación paleontológica a cielo abierto. Al costado, y como complemento de la escena, hay una paleoescultura del megaraptor, en la que los paleoartistas interpretan los restos encontrados para imaginar cómo podría ser el dino en la vida real: enormes ojos amarillos, cuello largo, muchos dientes, ¿plumas?, y un color que, claramente, les permitía, a estos animales, camuflarse en el entorno.

El dilema del diorama
Otro elemento que compone la muestra “Dinos en la Legis” es un diorama que representa el paleoecosistema y los vertebrados que existieron en el sector de los Barreales, en la cuenca neuquina, hace 90 millones de años, confeccionado por el paleoartista bahiense Hernán Moisés.
Dentro de la pecera que protege la obra, vemos una escena en la que coexisten distintas situaciones: dinos grandes, claramente herbívoros, un humano explorador de nuestros días, otro dino devorando una presa, aves y vegetación. Pero, ¿cómo llega un paleoartista a montar esta escena? ¿De qué materiales se vale? ¿Cómo decide qué colores usar y el aspecto de cada animal? Para apreciar estos detalles, hay que acercarse.

“El diorama, es una recreación del paleoambiente del lago Los Barreales, realizada a escala 1:30, donde se representan diferentes elementos encontrados por Proyecto Dino, de la fauna y flora de ese ecosistema de hace 90 millones de años. Es una especie de fotografía de ese tiempo y lugar”, explicó Hernán a Mejor Informado.
“Está el futalognkosaurus, el más grande de cuello largo, y un juvenil que lo acompaña. El carnívoro comiendo es un megaraptor, que cazó un macrocryphosaurus y el resto de la manada corre por la orilla del río. Los que vuelan son Argentinadraco, reptiles voladores, no dinosaurios; y entre la vegetación se ven unos Unenlagia, que son pequeños raptores que parecen aves. Junto al agua hay tortugas y cocodrilos, de los que hallaron muchos ejemplares. También en el río hay huesos de un animal en descomposición”, detalló el paleoartista con precisión.

Pero, ¿qué hace un explorador en ese entorno? Hernán contó que es la representación, como forma de homenaje (creo yo, quien escribe), de Jorge Calvo quien fue el fundador del Proyecto Dino. Su figura está hecha en la misma escala que los dinos para que se pueda dimensionar el tamaño que tenían lo animales de aquellos tiempos. Y no, Calvo no era del cretácico, aunque le hubiera encantado, pero incluirlo en el diorama fue un acierto. Fin del dilema.
¿Cómo esculpir a un dinosaurio?
Previo a una muestra, el trabajo de un paleoartista pasa por muchas instancias. Tal como explicó Hernán, primero “leo y me informo bastante”; luego toma una decisión: la escala, para empezar a bocetar. De allí, y dependiendo del tamaño de la escala, confecciona la estructura del animal, con alambre o hierro, para después agregar el volumen con poliuretano expandido o Telgopor. “A veces lo recubro con algún material sólido que me permita trabajar los volúmenes a gusto. Suelo usar resina y fibra de vidrio”, comentó.
Pero, el trabajo de escultor, no termina allí. Todavía falta el trabajo más “fino” en el que se definen, justamente, los volúmenes finos que marcan la musculatura en general. Eso se hace con porcelana fría o mezcla de yeso. Después, se hace la piel y los detalles con masilla epoxi. Y, por último, y quizá el paso más esperado: llega el momento de la pintura “a pincel”, donde se les da el aspecto de “reptil”.

“Mucha de la info disponible te da parámetros desde los cuales partir, de cómo pueden ser los volúmenes generales, quizás de la textura de la piel, las plumas, etc. Hay cosas que se saben. Y, otras tantas como el color, se puede especular un poco pensando en el ambiente que habitaban, qué animal quizás se camuflaría o cual tendría elementos llamativos, exposición al sol, frío, etc. Pero, en general, es especulación así que podés hacer lo que le encuentres más sentido o sencillamente lo que más te guste. Lo que siempre hay que hacer es respetar el material que hay y lo que se sabe. Lo especulativo y artístico viene a aplicarse ante todo a las áreas de conocimiento más vacías”, expresó Hernán, quien también hizo el cocodrilo de la muestra.

Proyecto Dino
Proyecto Dino es una iniciativa del Centro Paleontológico Lago Barreales (CEPALB), fundado en el año 2002 por el paleontólogo Jorge Calvo. Ubicado en la costa norte del Lago Barreales, está el museo de sitio que tiene como finalidad el desarrollo científico, educativo y cultural de la geología y la paleontología de la Universidad Nacional del Comahue. Hoy en día es conducido por la geóloga Laura Ávila y el técnico en paleontología Juan Mansilla y, además de ser un espacio expositivo, se aboca a rescatar de las rocas restos fósiles y vegetales para su estudio, resguardo y publicación.
“La exposición Dinos en la Legis surge con la intención de destacar y visibilizar la importancia del patrimonio material de Neuquén, y dar cuenta y dejar constancia de que nuestra memoria también es cultural y las formaciones de nuestro suelo no son solo fuentes de combustibles”, comunicaron desde la organización. Al mismo tiempo, tiene como objetivo brindar a nuestros vecinos, infancias y comunidad educativa una opción expositiva de dinosaurios dentro del ejido de la ciudad de Neuquén.