En una noche espesa para el Atlético de Madrid, San Mamés volvió a mostrarse como uno de los escenarios más incómodos del campeonato. El equipo de Diego Simeone cayó 1-0 ante un Athletic valiente, intenso y decidido a imponer condiciones desde el inicio. La sentencia llegó a los 84 minutos, cuando Álex Berenguer cazó un espacio entre líneas y sacudió un derechazo que dejó sin respuesta a Jan Oblak.
El primer tiempo fue un ida y vuelta frenético. El Athletic, empujado por su gente, generó ocasiones claras con Sancet, Guruzeta y un Nico Williams eléctrico por los costados. Del lado visitante, Oblak sostuvo al equipo con intervenciones clave, mientras que Thiago Almada y Julián Álvarez obligaron a Unai Simón a mostrar seguridad en el arco local.
Tras el descanso, el Atlético encontró su mejor pasaje del partido: Ruggeri estuvo a centímetros de abrir el marcador tras un córner y Sorloth desperdició la más clara con un remate desviado. Pero cuando la visita insinuaba reacción, el Athletic golpeó en una transición rápida que Berenguer transformó en el único gol del encuentro.
La derrota deja al Atlético de Madrid en una posición incómoda: cuarto en la tabla, sin margen y con un partido más que el Villarreal, que lo acecha desde atrás. El Athletic, en cambio, celebra un triunfo que lo acomoda en la pelea por competiciones europeas, recuperando aire tras un inicio condicionado por el desgaste de la Champions League.
Ahora, el foco se traslada al plano internacional. El Atlético visitará al PSV en un duelo clave para seguir con vida en su grupo, mientras que el Athletic recibirá al PSG en Bilbao, una prueba de carácter para sostener sus aspiraciones continentales.