La Selección Argentina Sub-20 encara la recta final hacia el Mundial que se jugará desde el 27 de septiembre en Chile, pero la gran incógnita pasa por los futbolistas que militan en Europa. Con Franco Mastantuono prácticamente descartado por decisión del Real Madrid, el entrenador Diego Placente todavía espera definiciones sobre Claudio Echeverri y Julio Soler, dos nombres clave en su proyecto.
El caso del juvenil surgido en River sigue abierto: en Bayer Leverkusen pretenden retenerlo, aunque la negociación está en curso. En tanto, Soler, lateral del Bournemouth, tiene grandes chances de ser cedido, aunque resta la confirmación oficial. La situación es compleja porque, al no tratarse de una fecha FIFA, los clubes no están obligados a liberar a sus jugadores.
Las bajas ya confirmadas golpean al plantel. Mastantuono fue blindado por Real Madrid y Valentín Carboni tampoco recibió el visto bueno de Genoa, pese a su insistencia. A eso se suman Aaron Anselmino, lesionado en Borussia Dortmund, y Gianluca Prestianni, que Benfica pretende retener. Incluso Tomás Pérez debió regresar a Porto a último momento cuando estaba a punto de viajar a Buenos Aires.
Entre las posibles incorporaciones, además de los europeos en duda, aparecen juveniles de la liga local que tampoco tienen su presencia asegurada. Es el caso de Maher Carrizo, que disputó la ida de cuartos de Libertadores con Vélez, y otros como Santiago Lencina, Ian Subiabre y Bautista Dadín (River), Álvaro Busso y Tobías Andrada (Vélez), Valente Pierani y Mikel Amondarain (Estudiantes) y Dylan Aquino (Lanús).