RESUMEN DE LA SEMANA

La ex Indalo hace agua y un diputado se pone las plumas

El colectivo con goteras y el legislador que quiere echar a un ministro, fueron dos de los temas que concentraron la atención.
viernes, 25 de febrero de 2022 · 18:00

La semana pasada por agua, las calles inundadas, los padecimientos de vecinos y comerciantes, los pedidos de un funcionario municipal (Cristian Haspert) para que no tiren basura en cualquier lado, ni se roben las tapas de las bocas de tormenta, concentraron prácticamente el interés generalizado; y en verdad no es para menos. Pero no fue lo único, ya que también concentró la atención la bravata de un diputado nacional neuquino, que se juró a sí mismo echar a un ministro K.

En materia de aguacero hubo dos cuestiones que van más allá de los milímetros caídos: por un lado, las goteras de una de las unidades de Autobuses Neuquén a pocos días de la audiencia pública por el diseño del nuevo sistema de colectivos; y, por el otro, la puja entre dos concejales -uno del MPN y otro de la UCR- que destilan altas chances de convertirse en los antagonistas centrales de los debates de este año. Veamos.

El hidroIndalo

El temporal que azotó con furia a la región en general y, la ciudad de Neuquén en particular, generó quejas, explicaciones, reproches y una catarata de postales y videos que corrieron por las redes con el ímpetu propio de un torrente. Una de ellas muestra cómo ingresa el agua a una de las unidades de la ex Indalo, cuya carrocería tiene más filtraciones que una media sombra.

El 5 de marzo próximo -tal como lo adelantó oportunamente Mejor Informado- habrá una audiencia pública en la que las autoridades municipales informarán sobre los avances en el diseño del nuevo sistema de autotransporte público de pasajeros, y en la que los vecinos (al menos los que consigan entrar al auditorio del Museo Nacional de Bellas Artes) podrán explayarse sobre sus experiencias y expectativas con relación al servicio. El hidroIndalo irrumpió, entonces, en el momento menos oportuno.

Las quejas de ocasionales pasajeros y de habituales usuarios de la compañía que hace ya varios años pasó a llamarse Autobuses Neuquén se suceden unas tras otras y van desde el precio de los boletos (que superó la barrera de los 60 pesos) hasta la falta de higiene, el incumplimiento de las frecuencias, la generación de ruidos molestos en su terminal y hasta el cambio de recorridos; demasiado para una empresa que embolsa más de 50 millones de pesos mensuales en subsidios nacionales, provinciales y municipales.

En el municipio neuquino admiten que las prestaciones no son buenas y están convencidos de que la solución radica en la incorporación de más actores. Aspiran a que las empresas pasen a ser, al menos, tres o cuatro; y en eso trabajan expertos de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) y de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) a los que se les encargó el nuevo circuito de frecuencias y recorridos, con el que el intendente Mariano Gaido se propuso dejar atrás estos padecimientos. Si lo logra se anotará no un poroto, sino un porotazo.

El diputado plumífero

La alegoría sobre halcones y palomas es, en política, más vieja que las ventosas. Pero no pierde vigencia y se usa con absoluta habitualidad. Ahora, para graficar la puja intestina de los actores del PRO: Bullrich contra Larreta o halcones vs palomas. Pues bien, hay un diputado nacional neuquino que se identifica claramente con una de las bandadas y es Francisco Sánchez, quien ahora se juró hacer lo posible para echar a un ministro K.

“Si no renuncia vamos a actuar para echarlo”, dijo Sánchez sobre el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, quien fue blanco de la oposición por los incendios en Corrientes. El legislador, quien ya se anunció como precandidato a gobernador, busca profundizar su afinidad con aquellos potenciales electores que se sienten más seducidos por los exponentes del ala dura.

Sánchez no es un advenedizo en esto. Por el contrario, ya ha enunciado posturas duras. Despotricó contra el lenguaje inclusivo, al que llamó “jerga ideológica” y hasta propuso erradicarlo tanto de la comunicación oficial como de las escuelas; llamó “antro” al ministerio de las Mujeres y aconsejó cerrarlo y, además, propuso la pena de muerte (en caso de delitos aberrantes).

Sánchez sabe cómo exacerbar la consabida grieta. Las palomas, en cambio, mostraron mansedumbre aún cuando el concejal Claudio Domínguez (MPN) anunció que ya había comenzado a trabajar para la eventual candidatura a presidente de Horacio Rodríguez Larreta (y dejó a ese sector del PRO literalmente pintado).

Ya son antagonistas

El cruce que tuvieron por la acumulación de agua en el Bajo neuquino permite presumir que este año las sesiones del Concejo Deliberante tendrán interesantes y, quizá hasta encendidos debates, entre los concejales Juan Peláez (UCR) y Claudio Domínguez (MPN).

Peláez ya ha tomado la voz cantante y ha sido más expresivo que sus laderos y también concejales del arco opositor, Marcelo Bermúdez (PRO) y Nadia Márquez (Democracia Cristiana; en realidad, sobichismo). Domínguez en tanto, ya era conocido por sus arremetidas, ocasionalmente con escaso filtro, tanto en el recinto de la calle Leloir (fue diputado) como fuera de este.

Hace unos pocos días, el administrador de las Clínicas Pasteur -devenido ahora en edil por la UCR- subió videos y fotos de las calles bajo el agua. Domínguez recogió el guante y salió en defensa del municipio: “Me llama la atención que muchos de los que hoy graban videos y critican, son los mismos que tuvieron veinte años de oportunidades para realizar estas obras fundamentales y no lo hicieron”, dijo y agregó: “Mientras algunos critican, nosotros trabajamos”. El tema es que el cambio climático parece avanzar más rápido que el tiempo que insumen las obras de desagües que, es cierto, se están realizando.

La Angostura no olvida

El 23 de febrero de 2021 un sujeto que se llamaba Juan Bautista Quintriqueo se cruzó con su ex pareja, Guadalupe Curual, quien se encontraba en un auto con su nuevo compañero. El violento atacó a este con un arma cortante y lo hirió en el cuello; Guadalupe intentó huir, el asesino corrió tras ella y la mató literalmente a puñaladas. Luego se autolesionó y estas lesiones lo llevaron a una internación de la que no saldría: el femicida murió a los pocos días, el 2 de marzo. Tenían una pequeña hija en común.

Aquel brutal ataque ocurrió en pleno centro de Villa La Angostura y las jóvenes de esa localidad no permiten que caiga en el olvido; por el contrario, reclaman justicia.

El femicida tenía 33 años, era músico, contratado del municipio y taxista. Guadalupe apenas tenía 21 años; y, esta semana, más de 200  jóvenes marcharon por la ciudad, convocadas por la organización Vivas y Furiosas. Dijeron que “no cambió la inoperancia, abandono y desidia municipal ante una ciudad en emergencia por violencia de género”.  También lamentaron que “no cambió la injusticia” y aseguraron que “al día de hoy no hay responsables institucionales que carguen con sanciones por incumplimiento de sus funciones, así como tampoco se avanza en la investigación por el dudoso deceso del femicida”. La muerte del asesino no cicatrizó las heridas; tampoco apagó el dolor ni el reclamo de justicia.

 

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