“Ya nos dijeron que se puede” fueron las palabras que escuchó Pamela Domínguez de parte de Paula Navarrete, la mamá de Luca, de 2 años, que murió en junio tras una recaída después de un trasplante de hígado. Palabras que confirmaban la esperanza de vida para Felipe, de 1 año, que luchaba por su vida conectado a un corazón artificial luego de sufrir una miocardiopatía dilatada severa que agrandó su corazón a niveles extremos.
Ese diálogo se dio en la sala de espera donde estaban las dos mamás. De esta manera los médicos confirmaban la posibilidad del operativo a la mamá de Felipe. “Lo conseguimos, lo logramos” respondió Paula ante el abrazo de los papàs de Felipe quienes le agradecieron: “Ustedes le salvaron la vida a nuestro hijo”.
Los niños eran de Neuquén pero por la gravedad de sus enfermedades fueron trasladados al Hospital Italiano de Buenos Aires y compartían habitación. Sus madres, Paula Navarrete y Pamela Domínguez, forjaron un fuerte lazo de contención y de unión por la situación que vivían.
Felipe había nacido el 20 de mayo de 2024. Según su madre el control prenatal había resultado sin problemas. Nació sano pero al quinto mes todo cambio. Una bronquiolitis hizo que una noche tuvieran que llevarlo a una guardia médica. El diagnóstico de una miocardiopatía dilatada en el corazón, cambió la vida de Felipe y de su familia. Su corazón ocupaba tres cuartas partes de su pecho.
Sedada y con un respirador lo trasladaron de inmediato desde Neuquén a Buenos Aires. Los médicos precisaron que era necesario un trasplante de corazón. Mientras esperaba el órgano, debió ser conectado a dos máquinas extracorpóreas.
Luca Zarragud había nacido en Plaza Huincul y tenía dos años. Sus padres dijeron que vivía cantando, cantaba y repetía las canciones haciendo mímica. “Hasta internado era un nene feliz”, aseguraron.
Felipe y Luca se conocieron en la habitación del Hospital Italiano. La madre de Felipe contó que estaba en la puerta cuando llegó Luca con su familia. Pamela aún se emociona al recordar las canciones infantiles que la mamá de Luca le cantaba a su hijo. El tiempo pasaba, la incertidumbre aumentaba pero ambas familias se aferraban a la fe y esperanza.
La salud de Luca se complicó luego del trasplante de hígado. La causa un citomegalovirus que le provocó un daño irreversible en los pulmones. A pesar de todo el esfuerzo volcado por los profesionales, ya nada podía hacerse. Pamela y su marido, compartieron su dolor con los padres de Luca asi como en todo este tiempo de angustias, esperanzas, avances y retrocesos.
Ante el empeoramiento de la salud de Luca, sus padres tomaron una decisión trascendental: donar los órganos de su hijo.
Felipe y Luca se conocieron en la habitación del Hospital Italiano. La madre de Felipe contó que estaba en la puerta cuando llegó Luca con su familia. Pamela aún se emociona al recordar las canciones infantiles que la mamá de Luca le cantaba a su hijo. El tiempo pasaba, la incertidumbre aumentaba pero ambas familias se aferraban a la fe y esperanza.
Antes de esta operación histórica, las donaciones de órganos eran con la muerte cerebral del donante. Ahora, lo que se hizo fue donarlo tras un paro, en lo que se conoce como donación en asistolia. Una alternativa inédita en la pediatría en Argentina.
El presidente del Instituto de Trasplante de la Ciudad de Buenos Aires, Carlos Cichero, explicó que “normalmente el corazón se extrae de un donante con muerte cerebral, pero este fue distinto: el corazón se paró solo. Es la primera vez en Argentina que se coloca un corazón que no está latiendo”.
El 18 de junio se inició el operativo. Luca fue llevado al quirófano, luego Felipe. Unos minutos después se confirmó que el corazón era viable y se realizaría el trasplante.
“Con el corazón explotado de alegría, amor y una mezcla inmensa de emociones, queremos contarles que Feli recibió su corazón”, escribieron los padres del niño en la cuenta de Instagram dos días después del exitoso procedimiento. La familia explicó que decidieron esperar unos días antes de anunciarlo públicamente, ya que se trataban de horas “intensas y delicadas”.
En la publicación, agradecieron a la familia donante y expresaron su compromiso: “Honraremos cada día, cada latido, su paso por esta vida”.
El órgano se conectó a la máquina extracorpórea y luego se hizo la evaluación y el procedimiento de trasplante. Se hizo bajo los protocolos del INCUCAI y la Ley 27.447. En pacientes pediátricos, el consentimiento de la familia donante es obligatorio.
Desde el hospital aclararon que el órgano asignado por el Incucai a Felipe fue porque era el primero de la lista. No fue porque estaba internado en la misma institución hospitalaria que el donante.
Actualmente, Felipe se recupera en el Hospital Italiano. Le sacaron el marcapasos y los drenajes, informaron los profesionales. “Felipe está evolucionando con mejoras paulatinas”, agregaron.
El jefe de cirugía cardiovascular y trasplante pediatrico del Hospital Italiano, Jorge Barretta, describió que el corazón del donante solo estuvo parado durante 30 minutos antes de ser evaluado y considerado apto para el trasplante.
Conectado durante varios meses a un corazón artificial, hoy el corazón de Felipe late gracias al de Luca, su amigo de habitación. “Me llena saber que la vida de Luca sigue en Feli”, dijo su mamá.
La entrevista a Pamela, la mamá de Felipe en Entretiempo por AM550: