Hace mucho frío en Neuquén capital, pero para Pelu, el protagonista de esta historia, eso no es problema: este perrito de cinco años se pasea abrigado de pies a cabeza con un outfit todo terreno que enternece a cualquiera que pasa por la esquina de Mitre y Olascoaga, donde su dueño se las rebusca vendiendo sánguches de milanesa, churros, cafe y otras cosas ricas.
El “Pelado”, como le dicen sus clientes, llegó a Neuquén desde otra provincia, tras una promesa de herencia que nunca se concretó. Sin familia, sin trabajo y sin plata, decidió empezar de cero. En ese camino, Pelu se convirtió en su compañero de todas las horas y en una atracción del centro neuquino.
Abrigo hecho con amor
El look que luce Pelu es obra de una emprendedora de la feria del trueque del Parque Central, quien le diseña sus camperitas para enfrentar el viento y las heladas de este invierno. Entre el aroma a sánguches calentitos y la mirada atenta de su perrito, el “Pelado” suma clientes y amigos todos los días.
Pelu, además, tiene su propia cuenta de Instagram: @peluca_emprendedog, donde se comparte parte de su rutina, sus modelitos de abrigo y la historia de cómo juntos enfrentan cada día, sin perder la esperanza ni la sonrisa.
Un invierno frío, pero con calor de barrio
Mientras en la ciudad muchos pasan apurados, en la esquina de Mitre y Olascoaga se respira solidaridad: vecinos, clientes y hasta feriantes colaboran con abrigo, comida o un buen gesto para este dúo inseparable.
En tiempos de crisis, la historia de Pelu y su dueño es una postal de lucha y amor perruno, que muestra que con un puesto de sánguches, abrigo hecho a mano y la lealtad de un amigo de cuatro patas, siempre se puede volver a empezar.
¿Te gustaría conocerlos? Si pasás por el centro, no dudes en buscarlos. Pelu y su outfit seguro te roban una sonrisa… y quién dice, hasta un sánguche calentito.