EDITORIAL NEUQUINA
Figueroa en Neuquén entra en su tercera etapa
Irá de la mano del presupuesto 2025, y tendrá en cuenta la redistribución de la creciente renta estatal que aporta Vaca Muerta.Es la mitad de septiembre y el gobierno de Rolando Figueroa entra ya, acelerando siempre, en una tercera etapa de su gestión. La primera, fue de diagnóstico; la segunda, de construir un nuevo orden en un Estado que estaba desquiciado; y, ahora, comienza la etapa del desarrollo social y económico. En concreto, recién a partir de estos días emblemáticos, es probable que Neuquén comience a constatar algunas mejoras, al menos, las que pueden venir desde el Estado...que, como se sabe, no es todo, sino apenas una parte (importante) en el contexto del pacto de convivencia de la sociedad provincial.
La señal, nunca explícita pero sí sugerente, fue dada por el propio Figueroa en la capital neuquina de los intereses primordiales económicos, es decir, Houston, Texas, Estados Unidos. El gobernador estuvo allí en un encuentro organizado por el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), para reafirmar un contexto ya probado, el del rol decisivo de Vaca Muerta en el desarrollo económico argentino, y su proyección global. Por eso, es que el gobierno ha elegido aquella metáfora profética de Benjamín Parraviccini, la de "Faro del Mundo". No es la primera vez que se esgrime el dibujito de ese personaje: ya lo había hecho Jorge Sapag, pero cuando Vaca Muerta era poco más que una promesa.
Figueroa destacó la asociación con los capitales privados, aunque diferenció objetivos e intereses. Al Estado neuquino le interesa, dijo, distribuir la riqueza. Eso será la tercera etapa que ya comienza, se entiende. Primero, haber logrado déficit cero con la combinación de más recursos y menos gastos. Segundo, llegaría la "distribución". Es decir, el impacto social positivo de los dólares de Vaca Muerta. No está claro todavía cómo será. Es decir, por qué carriles y hacia dónde circularán los inevitables excedentes de la renta pública. La demanda es mucha, y variada, y se concentra, sin mucho misterio, en los deberes propios del Estado: Salud, Educación, Seguridad.
Será importante, sin duda, lo que haga o deje de hacer el gobierno nacional de Javier Milei. Esto se ve a cada paso que se pretende dar desde la provincia. Por ejemplo, avanzar en en un sistema vial con rutas renovadas y modernizadas. Esto atañe a rutas nacionales que eran "atendidas" -por decirlo de alguna manera- por el Estado nacional, y que ahora están en el limbo de las cosas que no suceden. Figueroa, al igual que el rionegrino Alberto Weretilneck, reclama la administración de esas rutas para las provincias, que están, dicen, dispuestas a hacerse cargo, aplicando el sistema de recupero por peaje. Esto es, ni más ni menos, que provincializar todas las rutas, algo que a la filosofía de Milei no habría forma de que no le guste o convenga. Pero todavía no ocurre, y la demora pone nervioso al músculo central de Vaca Muerta.
“Hemos tenido un superávit fiscal este semestre y proyectamos muy buenos valores para poder administrar la economía como se debe. Sin embargo, somos conscientes que estar ordenados para no redistribuir, en nuestro caso, no nos satisface. No podemos ordenar sin tener proyectado redistribuir”, sentenció Figueroa en Houston. Sus palabras resonaron aquí, y anticipan el tránsito por la tercera etapa.
Habrá una característica de la que mucho no se habla, pero sí se trabaja: las relaciones dentro el Estado (incluyendo a los gremios) deberán ser armoniosas. Por eso, superado el conflicto con el gremio docente, la tercera etapa también tendrá en cuenta anticipar el año 2025 con una nueva mirada. Se ultiman los números del presupuesto, todo está puesto en la quimera del laboratorio del gobierno. La obsesión será poner todo el énfasis en los resultados sociales, sin más distracciones, ni apologías de las inercias recibidas.
La tercera etapa ha comenzado.