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Quién es la ex Gran Hermano que atraviesa una crisis económica: “Volví a hacer delivery”

Una ex jugadora de Gran Hermano ventiló sus problemas para conseguir trabajo y la solución que no le funcionó.

Por Redacción

Domingo, 07 de diciembre de 2025 a las 09:32
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Lo que para muchos arranca como un envión de fama, para otros se convierte en una transición inesperada. Katia “La Tana” Fenocchio, una de las participantes más recordadas de la última edición de Gran Hermano, reapareció para contar un presente que contrasta de lleno con la exposición que tuvo hace apenas unos meses. Hoy, la preocupación económica ocupa un lugar central en su vida.

En una charla sincera en Se picó, el ciclo de streaming que conduce Gastón Trezeguet, la ex participante explicó que el impulso inicial del reality se esfumó antes de que pudiera acomodarse laboralmente. Sin rodeos, admitió que la caída en los ingresos la obligó a volver a su trabajo anterior, ese que llevaba adelante antes del encierro televisivo: recorrer las calles en moto para entregar pedidos.

La Tana Fenocchio no ocultó el impacto emocional y económico de esta vuelta al ruedo. “De trabajo estoy pésimo, no tengo nada. No me sale nada y estoy haciendo delivery de nuevo”, contó, dejando en claro que los proyectos que imaginó tras su salida del reality no lograron despegar. Incluso su idea de abrir un propio canal de streaming quedó frenada por falta de ingresos y deudas acumuladas.

El dato más duro llegó cuando reveló que su red de apoyo hoy se sostiene, en gran parte, en su pareja. “Si no fuese por mi novio, no sé qué haría. Él me está pagando el alquiler”, confesó antes de describir cómo intenta seguir generando ingresos pese a las dificultades. El esfuerzo, sin embargo, no siempre tiene el resultado esperado: “Ayer agarré la moto y me fui a laburar. Hice delivery y me fue re mal. Ahora le debo 80 lucas a la aplicación”, relató.

Ese día, además, vivió una situación que la dejó aún más angustiada. Volvió a salir acompañada de un amigo para sentirse segura, pero la primera entrega terminó mal. “Cuando él me dio el pedido de la mochila, se nos cayó al piso. Era sushi, la clienta vio la situación y se fue a su casa, nunca me abrió la puerta”, explicó. La escena derivó en un problema económico inmediato para ella.

Intentó resolverlo como pudo. “Fui al local a devolverlo pero me lo cobraron igual porque no lo podían vender. En soporte tuve que poner que lo iba a devolver pero no me atendía nadie, entonces me lo llevé a mi casa y encima no como sushi porque no me gusta”, contó, sumando frustración a un día que ya venía cuesta arriba. A eso se le sumó la deuda por otro pedido que la app no le permitió entregar.

El balance, para ella, fue devastador. “Debo 80 mil pesos a la aplicación. Tenía dos pedidos pero si no entregás el primero, no te habilita el segundo. Me tuve que quedar con esas dos hamburguesas y quedé debiéndole a la aplicación. Salí a gastar tiempo, plata y me re angustié”, cerró, visiblemente movilizada. Hoy, La Tana lucha para sostenerse y rearmarse, mientras busca una oportunidad que le permita salir de esta crisis.

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