Una investigación que desarrollaron 70 científicos europeos, logró determinar el origen de una nube de gas radioactivo que fue detectada en 2017 y que no se había informado hasta el momento.
En septiembre de 2017 una nube radioactiva se desplazó a lo largo de gran parte del territorio Europeo. Ningún gobierno hasta el momento se responsabilizó de la propagación de material radioactivo, pero un estudio asegura tener la respuesta sobre el incidente.
Alrededor de 70 científicos de distintos países investigaron más de 1.300 mediciones radioactivas de diferentes puntos del continente europeo para resolver de donde vino el gas.
La conclusión a la que llegaron determinó que el origen de la nube no fue un accidente, sino se originó en una planta de reprocesamiento de combustible nuclear ubicada en Rusia.
Las autoridades del país ruso han negaron en diversas ocasiones que una de sus plantas fuera el origen de la nube, y no han hecho pública ninguna reacción oficial tras la publicación del nuevo estudio que los pondría en el ojo de todos.