SEIS MESES DE GUERRA

Entrevista exclusiva: "La estrategia de Vladimir Putin es la de Hitler"

Olexandr Parkhomenko trabajó en Zaporiyia. En esta entrevista cuenta su día a día en esa planta nuclear y analiza la guerra desatada por Vladimir Putin.
miércoles, 31 de agosto de 2022 · 18:33

Zaporiyia, con seis reactores, es la tercera planta nuclear más grande de Europa. Genera energía para todo el continente y países cercanos. Desde hace semanas, la guerra en Ucrania desatada por Rusia tiene un foco especial en esta planta nuclear por las sospechas de que Vladimir Putin podría generar, voluntaria o involuntariamente, un incidente serio de consecuencias inimaginables en sus instalaciones.

Hasta 2005, Olexandr Parkhomenko trabajó en Zaporiyia. Vivía en Energodar, a pocos kilómetros de la central nuclear. Su familia se mudó allí en plena guerra fría, cuando todavía ese territorio, hoy parte de Ucrania, era Rusia en la ex URSS. Finalizó el colegio y comenzó a estudiar en la universidad de Odessa, ciudad hoy en disputa. Allí vivió el proceso independentista ucraniano.

En la planta nuclear no tenía un horario fijo pero tenía que estar a disposición todos los días entre las 7 y las 16.30. Trabajaba con documentos que iban y venían desde las distintas áreas dentro de la planta, pero también desde allí a los órganos de control y de gobierno. Todo tenía que quedar registrado. Se trataba de un trabajo minucioso y delicado en donde estaba en juego algo tan sensible como la seguridad nuclear. Olex recuerda ese sentimiento de responsabilidad que sobrevolaba el ambiente laboral.

También recuerda como los momentos de mayor tensión cuando había que recargar combustible en algunos de los reactores. En ese momento sí o sí tenía que estar en los edificios que rodean a cada uno de los seis reactores. No puede identificar un lugar especifico de trabajo dentro de la planta ya que todo el personal se iba moviendo de acuerdo a las situación de los reactores. Trabajaban a diferente ritmo en distintos lugares de la planta.

Recuerda sus viajes a Rusia, cerca de Moscú, a las plantas de combustibles "MSZ-Elektrostal" y "NZHK" en la ciudad de Novosibirsk. Particularmente una de esas fábricas era la que proveía la mayor cantidad de combustible para Zaporiyiah y también para Irán y China. Había que ir a inspeccionar todo el proceso de producción del combustible que iba a terminar en los reactores.

Cuando en 2007 se fue de su ciudad, Energodar, y decidió radicarse en Argentina, no imaginó este escenario de guerra y destrucción que generó Putin con su invasión. Pero en 2014, con la conquista de Crimea las cosas cambiaron para siempre. En estas entrevista con Mejorinformado.com, Olexandr hace un análisis de la guerra recurriendo a la historia que él mismo vivió. La relación con Rusia, lo que se juega su país en esta guerra y las posibilidades de que se desate un incidente nuclear sin precedentes en la planta de Zapoyirah.

¿Cómo vivió Ucrania el proceso de independización de la Unión Soviética?

Teníamos claro que queríamos dejar de depender de Moscú, porque Moscú nunca se dirigió con respeto, ni hacia nosotros ni hacia los otros países que conformaban la Unión Soviética. Moscú solo imponía su autoridad, siempre con fuerza y poder.

Hoy se habla mucho de la hermandad entre Rusia y Ucrania, sus lazos históricos, culturales. Incluso Putin, al ordenar la invasión, señaló que Ucrania era parte inseparable de Rusia. Pero desde 1991 son dos países independientes.

¿Cómo vivió Ucrania esa nueva relación con Rusia?

Hasta Crimea, cuando Putin invadió la península, el 95% de los ucranianos jamás pensó que Rusia pudiera agredir a Ucrania. Vivíamos como dos países distintos, como puede suceder con otros dos países cualquiera que son vecinos. Muchos de estos terrenos que eran de la URSS antes eran de sus comunidades. Ucrania, Kazajstán, por mencionar algunos. Entonces hoy los rusos dicen que en Ucrania quieren recuperar su tierra, pero no dicen que esa tierra fue suya porque antes la habían ocupado, matando o exiliando a sus pobladores locales. Ellos dicen “vivimos aquí siempre”, pero no es así. A lo largo de la historia, Crimea fue parte de Ucrania, de Turquía, de Grecia. Rusia construyó la historia que hoy reivindica.

Aun hoy en Ucrania hay mucha gente que vive en la URSS, sus mentes siguen allá. Revalidan a Stalin, que mató a millones de personas. Mucha población del este de Ucrania vive como si fuera en Rusia, consumen medios de Rusia, diarios, libros. En síntesis, mantienen costumbres de Rusia. Pero en 2014, con Crimea, eso se quebró. Cuando los ucranianos empezaron a ver que Rusia mataba a ucranianos, esa concepción cambió. Por ejemplo, muchos ruso hablantes empezaron a hablar en ucraniano. Gracias a Crimea se generó un sentimiento nacionalista ucraniano muy fuerte, que hoy queda de manifiesto.

Sigamos con esto que destaca sobre la dependencia cultural que Rusia intenta imponer en Ucrania. ¿Putin trabaja para que los ucranianos se sientan rusos?

Rusia no solo tiene armas convencionales. También usan la cultura. Referentes, deportistas, e incluso la Iglesia ortodoxa rusa. Son todas armas de influencia hoy en día sobre población local, en especial la de avanzada edad, pero incluso sobre ucranianos que mantienen una dependencia cultural muy importante de Moscú. La iglesia es un informante de la KGB, es una secta más que una iglesia. La iglesia ucraniana es independiente, y eso también es factor de conflicto.

Pero entonces, ¿por qué cree que Putin decide entrar en conflicto armado? ¿Su estrategia de cooptación cultural no estaba siendo exitosa?

Cuando Rusia entendió que de modo pacifico jamás van a gobernar Ucrania, decidieron comenzar con la fuerza. Rusia hizo un falso referéndum, que yo llamaría más un plebiscito, sólo en la región de Crimea. Algo sin el más mínimo valor jurídico, porque no estaba aprobado por el poder central de Ucrania. Forzaron una situación y tomaron ese resultado como oficial y aceptable por toda la comunidad ucraniana. Pero era inválido, de hecho Ucrania no lo validó. Fue una manera de forzar la situación para tomar Crimea. Cuando los ucranianos vieron esto, la población comenzó a ponerse en alerta.

Luego vino la toma del área del Donbas. Rusia hizo ingresar a agentes de manera encubierta, de civil, y comenzaron a tomar posiciones de poder, primero en localidades, luego en gobiernos locales de mayor envergadura. Infiltrados, y desde ahí lograron hacerse con el poder, y dicen hoy que el Donbass es pro ruso. Fueron ellos mismos los que tomaron el poder para declararse pro rusos, no fue el pueblo ucraniano que se volcó a Rusia.

El pueblo ucraniano entendió que Rusia no iba a parar, y por eso la resistencia ucraniana es tan sólida. Primero Crimea y luego el Donbass, pusieron en alerta a toda la población. Por eso ahora el pueblo ucraniano está tan bien plantado.

¿Hay algo o alguien que pueda detener a Putin en su hostigamiento a Ucrania?

La estrategia de Putin es la de Hitler, llegar rápido, tomar territorio y cambiar líderes. Así Putin atrapa un país. Pero en Ucrania, no tiene más fuerza, ya gastó todo. No está preparado para una guerra de larga duración. Ya pasaron seis meses, en seis meses más la economía de Rusia no va a poder sostenerse. Putin quiere presionar a los líderes europeos mediante el alza en el precio de las commodities generada por la guerra, para que fuercen a Zelensky a sentarse a hablar y ceder. Pero eso ya vimos que no sucederá, Ucrania no cederá. Nosotros perdemos soldados, pero nuestra fuerza crece. Ya estamos en una situación de paridad con Rusia. Cuanto más tiempo pasa, más pierde Rusia. Occidente sigue enviando armas y recursos a Ucrania, mientras Putin ya sufrió un desgaste muy importante. Ucrania será cada vez más fuerte, y Rusia cada vez más débil.

Se dice que rodeó la planta de Zapoyirah con explosivos. ¿Piensa que puede hacer un movimiento militar muy arriesgado por sentirse perdido?

Putin puede decidir, pero no es quien ejecuta. Como ejemplo, en los 70, la URSS detectó misiles estadounidenses y dio la orden de responder con armamento nuclear. La instrucción recorrió toda la cadena de órdenes hasta llegar a las dos personas que debían presionar el botón para finalmente ejecutarla. Una presionó, la otra no. Ese hombre que no apretó salvó al mundo de una guerra nuclear. Ahora pasaría lo mismo. Putin puede dar la orden, pero quienes finalmente la ejecutan saben las consecuencias que esa orden puede tener. En la cadena de mando hay hombres que tienen familias, amigos, y que saben perfectamente lo que implicaría cumplir con una orden de Putin orientada a disparar armamento nuclear.

Sí puede ser que un error en alguna medida, o algún error de cálculo, pueda generar un episodio desafortunado, que termine derivando en consecuencias insospechadas. La posibilidad de un episodio de este tipo está latente.

¿Esperaba la resistencia ucraniana, de la sociedad, de la gente de la calle?

Nosotros mostramos en Kyiv el poder de nuestro pueblo cuando las manifestaciones terminaron con el gobierno del presidente Víktor Yanukóvich, que es socio de Rusia y hoy está exiliado allí. Mostramos a todo el mundo en varias oportunidades que no somos meros observadores, y que defenderemos nuestra tierra y nuestro país. No importa si Rusia ahora toma algún territorio, nunca van a vivir en paz. Estaremos en guerra permanente, nunca los ucranianos vamos a permitir que caminen libres por la calle.

¿Qué opinión tiene del accionar de la comunidad internacional ante la invasión rusa?

Si la comunidad internacional sigue ayudándonos, vamos a ganar. Rusia ya dio su máximo. Kyiv es un ejemplo. Hace meses había presencia rusa en los alrededores, hoy ya no hay nadie. Eso irá pasando en todo el territorio. Iremos usando armas cada vez mejores, provistas por nuestros aliados occidentales.

Para cerrar: ¿Cómo es la vida hoy en Ucrania? Porque nosotros desde este lugar del mundo miramos por distintos medios a diario una guerra que sucede a 15.000 kilómetros de distancia. Pero los ucranianos conviven con esa guerra.

La vida es muy difícil hoy en Ucrania, porque hay muchos lugares que están bajo ocupación rusa, o bloqueados por la ocupación rusa. Entonces no pueden recibir alimentos básicos y medicamentos. Los rusos abren o cierran caminos, y de eso depende que esta gente reciba lo básico para sobrevivir. Entonces están viviendo bajo un gran estrés.

Energodar, la ciudad que nació al servicio de la central nuclear de Zaporiyia Fundada en 1970 a partir de la central nuclear que alberga, tiene cerca de 53.000 habitantes y una extensión de poco más de 60 km2. Emplazada al borde del río Dniéper, su nombre es por demás elocuente: Energodar significa “don de la energía”. Es parte de la región de Zaporiyia, de allí el nombre de la central nuclear, su punto más destacado. Desde allí se genera la mitad de la energía eléctrica nuclear de todo el país, y un quinto de la energía total generada en Ucrania. La ciudad fue el escenario de uno de los primeros enfrentamientos entre las fuerzas rusas y ucranianas, luego de la invasión dispuesta por Putin.

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