Lula juró como presidente y anunció un periodo de "reconstrucción"

Con la presencia de más de 300.000 personas y a sus 77 años de edad, Luiz Inácio Lula da Silva asumió la presidencia de Brasil por tercera vez este domingo 1 de enero, en un acto realizado en el Congreso Nacional en Brasilia. Hasta allí, el flamante mandatario llegó en un vehículo descapotable, en el que saludó a la gente, acompañado de su esposa Rosángela da Silva y el nuevo vicepresidente, Gerardo Alckim.

El acto de asunción comenzó cerca de las 14:30 y contó con la presencia de dirigentes locales y autoridades extranjeras, entre ellas, la del presidente Alberto Fernández, quién partió hoy mismo hacia el país vecino. En su discurso, Lula repasó los principales objetivos de su gestión y no mermó en críticas contra su antecesor, el ahora expresidente Jair Bolsonaro, que el viernes pasado decidió viajar a Estados Unidos, en donde recibió el nuevo año. 

“Se termina el proceso de destrucción nacional” indicó el nuevo presidente de Brasil, quién además consideró que en su triunfo electoral de octubre pasado “la democracia fue la gran victoriosa”, ya que se lograron superar “las más violentas amenazas contra la libertad de voto”. 

Además, vinculó las políticas llevadas adelante por Bolsonaro con la "barbarie" y en cambio, aseguró que con su llegada al gobierno de Brasil, se inicia un proceso de “reconstrucción” nacional. Entre las medidas que anunció, se destacaron el aumento del sueldo mínimo a 1320 reales, la renovación de la asistencia social y la revitalización del Mercosur, organismo especialmente desvalorizado por su antecesor.

Durante sus palabras, Lula también tuvo tiempo de hablar de la gestión de la pandemia, sobre la que indicó que ningún otro país tuvo un número tan alto de víctimas en relación a su población como Brasil, acusando al gobierno anterior de “oscurantista”. Añadió, esa línea, que se trató de un “genocidio” y pidió investigar a los responsables.

Ya sobre el tramo final, el nuevo presidente agradeció a los presentes y a los miles de simpatizantes que lo acompañaron en las calles; y sostuvo que “con la fuerza del pueblo y la bendición de Dios hemos de reconstruir el país", frase que utilizó para cerrar su discurso.

El mandatario brasileño asumió este domingo su tercera gestión al frente del país, luego de ocupar el máximo cargo entre 2003 y 2010. Tras su primera etapa en la presidencia, el dirigente de izquierda fue acusado de corrupción en el marco de la causa de la Operación Lavajato, por la cual pasó 580 días preso y fue inhabilitado para competir por cargos públicos.

Con información de Télam.