Continúa la búsqueda de Justina Endara, la joven de 21 que padece Síndrome de Asperger y estaba internada en el Hospital de Alta Complejidad de El Calafate, en Santa Cruz. Su familia denuncia su desaparición del sistema público de Salud y desconoce su paradero desde el jueves 24 de agosto, cuando fueron a llevarle la cena y no la encontraron.
El 19 de agosto, la Fundación Faro Patagonia inició una campaña por el caso Justina, asegurando - además - que donde estaba internada la trataban como a un paciente psiquiátrico y no como a una chica con autismo: "¿Qué pasa cuando el Sistema de Salud no entiende de autismo? Hay chicas de 21 años como Justina que está atada, esposada y sola en Calafate", sostuvo el referente de la institución, Gastón D'Angelo; quien además habló en AM 550 La Primera y detalló un camino de irregularidades que terminó en la desaparición de la joven. "Se violó la ley de Salud Mental. Justina quedó aislada de su familia", lamentó.
D'Angelo, detalló que Justina "viajó desde el año 2007 y hasta el año 2019 a Buenos Aires, periódicamente, para recibir un tratamiento porque en El Calafate no contaban con lo necesario". "En el año 2020 se le negó esta posibilidad (de seguir viajando) porque Justina tiene una obra social que depende de la provincia y no tiene cobertura en todo el país. En ese momento, consideraron que no era necesario que ella viaje y dijeron que el servicio de Salud Mental de El Calafate podía suplir el tratamiento, y ese fue el primer error. Primero, porque el autismo no forma parte de las enfermedades mentales y necesita un tratamiento diferente", detalló.
Con respecto a la salud de Justina, el director de la fundación que acompaña a personas con Síndrome de Asperger, dijo que "mientras Justina viajaba tenía una vida social muy activa". "A partir del 2020 cuando se decidió que el tratamiento debía continuar en El Calafate, su salud se descompensó y ella empezó a tener conductas autoagresivas. Empezó a tener crisis e internaciones", continuó.
Asimismo, D'Angelo responsabilizó al sistema de Salud, a los profesionales y también a la Justicia. "El 5 de abril el psiquiatra pidió la derivación y fue negada por la directora del hospital. Intervino un juez y ahí arrancó otro circuito de desconocimiento. El Juez consideró que no era necesario. Justina tuvo una crisis importante estando en su casa. Desde allí pidieron una ambulancia y no llegó, pero sí llegó un patrullero. Esposaron a Justina y la llevaron al centro de salud donde fue medicada y sedada. Luego, ya querían que vuelva a su casa. La familia hizo una denuncia porque solo necesitaban un abordaje planificado para Justina y cuando el hospital se enteró de la denuncia, presentaron una contradenuncia a la familia. Justina quedó internada y le prohibieron a la familia poder verla. Hubo restricción de acercamiento. Hasta le hicieron a la familia una denuncia de violencia simbólica, sin pruebas".
Según indicó su mamá Marina De Vicenzi a MejorInformado, el jueves fueron a llevarle la cena a su hija y allí se dieron cuenta de que no estaban. En el establecimiento, se enteraron que se retiró en horas de la tarde tras una audiencia que tuvieron a solas con Justina: "No sabemos dónde está, en qué estado está".
Según pudieron recopilar, Justina se retiró de donde la llevaron a las 10 de la mañana del viernes y no volvió al hospital pese a no tener el alta médica: “No hay nada en el expediente más que la cédula que dice que va a la pericia. La pericia la cumplió, el resto se desconoce. Por eso estamos desesperados y la estamos buscando”, concluyó.