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La reunión familiar que se volvió trampa mortal y dejó cinco muertos por inhalación de monóxido

Un matrimonio, su hijo, su nuera y una nena de 4 años murieron intoxicados por monóxido en una casa que parecía segura. Solo un bebé sobrevivió. Cómo se desencadenó el horror que conmociona al barrio.

Por Redacción

Miércoles, 02 de julio de 2025 a las 13:18

El abrazo que nunca llegó

Llegaron a Buenos Aires ilusionados con el reencuentro. El joven matrimonio había volado con sus dos hijos pequeños para visitar a los abuelos en Villa Devoto, pasar unos días de descanso y compartir la calidez familiar que a veces se posterga por la distancia. Pero esa postal de abuelos, padres e hijos se convirtió en una escena que nadie quiere imaginar.

El lunes a la noche, la familia se instaló en la casa de los jubilados, sobre la calle Sanabria al 3700. Todo parecía normal hasta que el martes la hija mayor del matrimonio, Mariana, empezó a sospechar: nadie contestaba los mensajes ni el teléfono. Decidió acercarse hasta la casa. Lo que encontró al abrir la puerta fue un silencio tan espeso como letal.

Un enemigo invisible que se cobró cinco vidas

La explicación técnica es conocida: monóxido de carbono. Un gas traicionero, sin olor ni color, que convierte cualquier hogar en una cámara de gas silenciosa. Según contaron los investigadores, Mariana apenas abrió la puerta se sintió mareada, señal de que también estaba expuesta. Fue un vecino quien la vio tambalearse y llamó al 911.

Cuando la Policía de la Ciudad y los bomberos ingresaron, el cuadro era brutal: Demetrio De Nastchokine (79) y Graciela Just (74) muertos en la habitación del segundo piso. En el primero, el hijo de ambos, Andrés (43), su esposa Marie Lanane (42) y la pequeña Elisa (4) sin signos vitales. El único milagro: un bebé, hermano de Elisa, que seguía respirando débilmente. Lo trasladaron de inmediato al Hospital Zubizarreta.

Puertas cerradas, ventanas selladas y un final trágico

Los peritos confirmaron que el ambiente estaba totalmente cargado de monóxido. Un calefón, una estufa, un conducto tapado, o un descuido: todo puede ser la chispa de un drama así. Los bomberos ventilaron cada ambiente y constataron que toda la casa estaba convertida en una trampa.

Vecinos y familiares aún no entienden cómo algo tan simple pudo cobrarse cinco vidas de un momento a otro. El drama expuso una vez más lo frágiles que pueden ser esos rituales cotidianos: una familia que se reúne, se encierra para no pasar frío… y no vuelve a abrir la puerta.

El barrio, en shock: ¿cómo prevenir otra tragedia?

Villa Devoto amaneció este miércoles convertido en escenario de una historia que nadie quiere ver repetida. Mientras la comunidad se pregunta cómo no se detectó el problema antes, especialistas recuerdan que cada invierno, la intoxicación por monóxido se lleva vidas que podrían salvarse.

Ventilar ambientes, revisar calefones y estufas, no tapar rejillas ni conductos: detalles simples que, a veces, quedan para después. Esta familia no tuvo segunda oportunidad.

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