En una medida que genera impacto directo en miles de argentinos, el Parlamento de Italia aprobó un decreto impulsado por la primera ministra Giorgia Meloni que limita el acceso a la ciudadanía italiana por descendencia. La normativa, que ya fue ratificada por ambas cámaras legislativas, modifica sustancialmente el trámite que hasta ahora beneficiaba a los descendientes de italianos, sin importar la cantidad de generaciones de distancia con el antepasado nacido en Italia.
Hasta el momento, muchos argentinos podían iniciar el proceso de reconocimiento de la ciudadanía italiana aun si su vínculo se remontaba a un bisabuelo o tatarabuelo. Sin embargo, con esta nueva legislación, el derecho a iniciar el trámite queda reservado exclusivamente para hijos y nietos de ciudadanos italianos. La medida fue aprobada con 137 votos a favor, 83 en contra y 2 abstenciones.
Sudamérica es una de las regiones con mayor cantidad de descendientes de italianos, y Argentina concentra entre 40.000 y 60.000 personas que podrían verse directamente afectadas por la medida, principalmente bisnietos. El objetivo oficial de la normativa, según el gobierno italiano, es aliviar la carga administrativa del sistema consular y atender cuestiones vinculadas a la seguridad y al control migratorio.
La nueva ley también establece que la ciudadanía no se transmite automáticamente a los nacidos en el exterior con doble nacionalidad, y deja sin efecto el reconocimiento a aquellos nacidos fuera de Italia antes de la entrada en vigencia del decreto. El Senado había dado luz verde al proyecto semanas atrás con 81 votos afirmativos y 37 en contra.
Frente a la incertidumbre, algunas cuentas especializadas en redes sociales como @ciudadaniaitaliana_gestion comenzaron a difundir información actualizada para orientar a quienes todavía pueden iniciar el trámite. Desde allí aclararon que los hijos y nietos de ciudadanos italianos no verán alterado su derecho y pueden continuar con el proceso a través de consulados, comunas o incluso por vía judicial.
Por otro lado, quienes tengan como último familiar italiano a un bisabuelo o generaciones anteriores todavía pueden apelar a la vía judicial, ya que la Constitución italiana contempla esa posibilidad, aunque el trámite será más complejo y costoso.
También explicaron que aquellos que pensaban iniciar el trámite por vía judicial por falta de turnos o por vía materna no se verán afectados por la nueva normativa, ya que los procedimientos seguirán vigentes aunque el fundamento legal haya cambiado.
Esta reforma marca un antes y un después en el acceso a la ciudadanía italiana para argentinos. Si bien no elimina por completo las posibilidades, sí establece un nuevo filtro que reduce significativamente el universo de quienes pueden aspirar al reconocimiento por linaje.