Previo a la deliberación del jurado popular, el único imputado por la violación y femicidio de Laura Cielo López se responsabilizó por "haber ocultado pruebas (el lavado de manchas de sangre), pero le atribuyó el abuso sexual, asesinato y desmembramiento de la joven a su amigo "Matías", con quien afirmó haber estado consumiendo grandes dosis de cocaína la madrugada del 14 de septiembre del año pasado.
Le pidió perdón a la familia de Laura López -cuyo padre y hermanas lo escucharon desde la barra del recinto de la Legislatura-, y pidió que "sigan investigando", y se preguntó "¿por qué a Lozano nunca le hicieron un allanamiento como a mí?. "Si me tienen que declarar culpable, háganlo; entiendo el dolor de la familia", señaló.
"No soy un violento como lo quieren hacer creer", "siempre tuve serios problemas de adicción a la cocaína", fueron algunas de las afirmaciones que Escobar hizo en sus últimas palabras antes del veredicto del jurado popular.
Relató que la noche del 13 de septiembre se encontró con una amiga -de nombre Sara- con quien estuvo bebiendo cervezas y consumiendo cocaína.
De su relato, sólo se hizo cargo de haber ocultado pruebas, pero se desligó del abuso sexual, y del homicidio. Así, afirmó que limpió toda evidencia que pudiera haber quedado en su casa. Pero no se refirió a la manera en la que salieron los restos de la joven de su casa.
También negó haber sido él quien conducía el vehículo que, en una evasión de un control policial, chocó e hizo volcar un patrullero de la Policía, tal como lo explicó una suboficial de la comisaría séptima en el juicio.
Y en el mismo sentido dijo que "nunca le pegó" a la amiga de su ex novia cuando ésta le fue a reclamar por la rotura de la puerta de su casa y el robo de dinero destinado al alquiler, por lo que lo denunció el 6 de enero de 2019.
En prisión "empecé a leer la biblia, y eso me fortaleció" dijo. "Voy a seguir, no me voy a cortar o a colgar; sé cuál es la verdad y Dios también", cerró su testimonio.