Compro una bicicleta en el mes de diciembre y este martes se la robaron en la puerta de su trabajo en calle San Martín al 100. Estaba atada a una reja con doble candado, se llevaron todo. El rodado cuesta unos 50 mil pesos. Lo compró en 10 cuotas, aún no abonó la primer cuota.
Pamela Vallejos, de 26 años oriunda de Mendoza, llegó a la capital neuquina hace casi dos años. Comenzó a trabajar en un local en el Shopping Alto Comahue, su jornada laboral era de 12 horas, las cuales, sólo cuatro le abonaban en blanco y el resto en negro. En noviembre comenzó a trabajar en la Dietética Neuquén, pleno centro. Al tener varias cuadras desde su vivienda al trabajo decidió comprarse una bicicleta, la cuál no podía abonar en una sola cuota por el elevado costo de las mismas.
"Pame me pidió mi tarjeta para poder comprarla y obviamente accedí. La bici cuesta 49.990, y la sacó en 10 cuotas de 4,990. Y ayer (martes), se la robaron de la reja. Estamos hartos ya, la inseguridad no es una sensación. En zona liberada", sostuvo María Cecilia Lastreto, empleadora de la joven víctima, en diálogo con la redacción de mejorinformado.com.
Pamela llegó antes de las 9 de la mañana como todos los días y dejó su bicicleta marca Fire Bird atada a la reja que se encuentra en la puerta del local: "Le puse dos candados, y cada ratito salía a ver si estaba todo bien. El negocio al estar ploteado impide ver desde adentro. A las 13 horas me asome y estaba, 20 minutos después vuelvo a mirar y no estaba. Pensé que había sido una broma de mis compañeros. Y no, se la llevaron, con candados con todo", afirmó Pamela a este medio.
Inmediatamente junto a una amiga se acercó a la Comisaría 1ra, para radicar la correspondiente denuncia y allí los efectivos policiales no permitieron que la realice: "Fue con la factura de compra y el resumen de la tarjeta. No le quisieron tomar la denuncia porque le pedían una tarjeta de identificación del rodado. Situación que cuándo se compra por internet no te la entregan. Igualmente la policía no aceptó la denuncia", sostuvo indignada María.
Asimismo, denuncian que los hechos delictivos son moneda corriente en dicha zona. Situación similar se vivió el pasado 24 al mediodía cuando los empleados de allí se reunieron a brindar antes del cierre del mediodía, y en menos de 10 minutos le robaron la moto a uno de los trabajadores de la cafetería vecina. Además, afirman que se ven policías en bicicleta o caminando pero que "son pantalla, están mirando solo su celular".
A Pamela aún le queda por delante pagar varias cuotas de una bici que ya no tiene. Y a su trabajo tendrá que ir caminando. La indignación la sigue teniendo latente.