CAPACITACIÓN TRÁGICA

El joven Mandagaray se ahogó por agotamiento físico

Los detalles del informe de la autopsia son escalofriantes. La reconstrucción del hecho.
martes, 18 de octubre de 2022 · 19:02

Pasaron 18 meses para que finalmente se incorpore en el expediente el informe final de la autopsia que le practicaron al joven Gabriel Mandagaray, quien se ahogó en Bahía Creek durante una capacitación para formar parte del grupo de elite de la Policía de Río Negro. Aunque la causa aún no tiene fecha de juicio, el resultado del examen forense le permite a la querella apuntar directamente contra los capacitadores del COER, como también para los integrantes de la cúpula policial que autorizaron el curso sin ningún tipo de asistencia médica o salvavidas.  

"Falleció ahogado, por asfixia por sumersión. Pero previo a ello sufrió una hemorragia subaracnoidea traumática", indicó la familia a través de un comunicado de prensa que difundió el abogado querellante Damián Torres. El informe se incorporó al expediente el 14 de octubre pasado, 18 meses después de la muerte del joven oficial de 23 años.

Todo lo que le hicieron vivir esos días de curso a Gabriel, un excesivo desgaste físico, con ausencia de alimentación e hidratación, falta de descanso y cuidados mínimos, sumado al ingreso al agua de alguien que dijo que no sabía nadar, ni más ni menos que con un tronco con el cual golpeaba a raíz de los movimientos de marea, llevó a que Gabriel por dentro no pueda más y se hunda

Luego aseguraron que no se trató de un simple hundimiento, sino que fue la consecuencia de todo el calvario y vejámenes provocados por sus superiores, quienes estaban a cargo de la capacitación. "Todo lo que le hicieron vivir esos días de curso a Gabriel, un excesivo desgaste físico, con ausencia de alimentación e hidratación, falta de descanso y cuidados mínimos, sumado al ingreso al agua de alguien que dijo que no sabía nadar, ni más ni menos que con un tronco con el cual golpeaba a raíz de los movimientos de marea, llevó a que Gabriel por dentro no pueda más y se hunda".

Durante la reconstrucción de los hechos, se comprobó que no sólo hicieron caminar a los jóvenes aspirantes con sus respectivos uniformes durante 40 kilómetros sin comida y con muy poca agua, sino que además los obligaron revolcarse en bosta de animales y meterse vestidos en un tanque australiano. A uno de los policías le pegaron una patada y le fracturaron el coxis, en tanto que a Gabriel uno de los capacitadores lo orinó. Y luego, ya en Bahía Creek, le ordenaron meterse al mar uniformado, incluso con borceguíes y el cinto para llevar el arma, con un tronco en el hombro.

"Esto es mucho más grave que un ahogamiento, aunque la consecuencia haya sido la misma", aseguró la familia Mandagaray y señalaron que "la causa del fallecimiento está dada por todo lo que los instructores junto al jefe del COER le hicieron vivir".  Con esta confirmación, el padre del oficial muerto, Antonio Mandagaray (quien se retiró de la Policía el año pasado como Jefe de la Unidad Regional I) y la madre, la comisaria Mayor Adriana Fabi, Jefa de Toxicomanía y Leyes Especiales, aseguraron que "a partir de ahora iremos con más fuerza que nunca".

"No solo por Justicia en el plano de la causa, contra quienes ejecutaron estas prácticas totalmente contrarias a los Derechos Humanos, más cercanas a torturas que a una capacitación, sino que además iremos en búsqueda de cambios en la policía, para que nunca más una persona que está en un curso de formación para servir a la comunidad, tenga que pagar con su vida", prometieron.

Mandagaray murió ahogado el 15 de abril de 2021, y fue trasladado en una camioneta de la fuerza a El Cóndor, porque no había ambulancia, tampoco rescatistas de Prefectura por su sucedía algo dentro del mar. Por el crimen están imputados por el delito de abuso de autoridad como coautores, en concurso ideal con el delito de incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos y como coautores de homicidio culposo en concurso real con el hecho anterior, a los instructores Marcelo Contreras, Alfredo Nahuelcheo y Maximiliano Vitali Méndez, el Jefe del COER Alejandro Gattoni, al que le solicitaron la cámara Go Pro que grabó todo lo sucedido, pero que misteriosamente desapareció. También los jefes policiales Carlos Grasso y Oscar Szymansky, responsables de las áreas de Capacitación por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos en calidad de autores.

A estos dos últimos, el actual Jefe de Policía, Osvaldo Tellería los benefició con un extraño procedimiento administrativo para que puedan jubilarse el año que viene y que le computen el último año de salarios. Como publicó Mejor Informado, pasaron de estar en suspensión preventiva a disponibilidad, lo que le permite cobrar casi el 80% del sueldo. Y además le fijaron como fecha de retiro obligatorio el próximo 12 de mayo del año próximo, por lo que independientemente de lo que suceda en un futuro juicio, se podrán cobrar una suculenta jubilación por la última jerarquía que ejercieron.

 

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