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Chaki Chan, el capo narco que fue protegido por una fiscal

El dealer se manejaba con total impunidad: agredía a efectivos, cruzaba semáforos en rojo, intimidaba a vecinos y tenía innumerable cantidad de custodios con armas de fuego.
Domingo, 18 de febrero de 2024 a las 18:26
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La situación de la fiscal María Belén Casal Gatto es cada vez más complicada. Se trata de la ex titular de la UFI N° 2 descentralizada de Gregorio de Laferrere (provincia de Buenos Aires), quien declaró ante la jueza federal, Alicia Vence, en una causa en la que se la imputa por haber protegido a un conocido capo narco de La Matanza: Nicolás Nahuel Guimil. 

El sujeto en cuestión es conocido como Chaki Chan, o El Patrón. En relación a él, la fiscal admitió en su declaración haberlo dejado en libertad después de que él amenazara a dos policías mujeres que intentaron identificarlo en noviembre de 2022, mientras él circulaba en su auto de alta gama y pasaba semáforos en rojo. 

Según fuentes de la investigación, la impunidad con la que se manejaba el capo narco era altamente visible. Chaki Chan intimidaba a vecinos, circulaba en auto a alta velocidad, tenía armas de fuego y custodios armados, y protagonizaba situaciones violentas en enfrentamientos con otros dealers. Pero, siempre "se movía con soltura". 

La resolución que lo llevó a prisión, de la jueza Vence, dejó entrever la protección policial y judicial con la que habría contado el narco, a través del testimonio de dos oficiales que fueron amenazadas al intentar identificarlo el 21 de noviembre 2022, cuando se desplazaba con miembros de su banda en un Peugeot 208, por Ciudad Evita, su zona de mayor influencia. Ese episodio, que terminó con Chaki Chan en libertad, abrió la puerta a la causa contra Casal Gatto. En su declaración, la fiscal reconoció haber estado ese día en la comisaría a la que fue trasladado el jefe narco y haber ordenado su liberación, tras el incidente con las agentes.

Sin embargo, se desentendió del tema. En el escrito argumentó: “El día del mismo, pasada la medianoche, me entero por la televisión que había sucedido un enfrentamiento armado entre bandas en el Barrio José Ingenieros de Ciudad Evita, del cual no fui anoticiada. Dado que estaba de turno, fui hasta la comisaría interviniente, a los efectos de requerir explicaciones por las cuales no me avisaron, máxime que durante todo ese mes habían existido muchos enfrentamientos armados en dichos monoblocks, casi diariamente”.

Luego dijo que preguntó los nombres de los detenidos y ordenó que se averigüe si tenían pedido de captura, y si el vehículo tenía pedido de secuestro. Además, contó que preguntó “¿quién manejaba?”. Respondió, siempre según la fiscal, uno de los demorados. “Yo manejaba. Venía manejando rápido, lo sé, vi por el espejo retrovisor que venía un patrullero y, de repente, nos cruza el auto y dos mujeres policías nos hacen bajar”, le habría dicho el hombre a quien no identificó.

Casal Gatto aseguró que los dos policías a cargo negaron que los hombres sentados en la guardia de la comisaría tuvieran antecedentes penales. Le informaron, en una oficina donde permanecieron “unos 20 minutos”, que “un tercer sujeto se había dado a la fuga”. Luego, detalló que impartió directivas a Cardozo “para que forme actuaciones por averiguación de ilícito, la soltura de los jóvenes y la entrega del rodado porque no estaba vinculado a ningún delito”.

Al irse, volvió a cruzar algunas palabras con conductor del vehículo. “Le dije: ´Pibe, la próxima vez que veas un patrullero pará y te evitas todo este problema´”. Negó, a la vez, haber entablado una conversación a solas con el jefe narco. Al mismo tiempo, la fiscal marcó, a su entender, “múltiples y graves contradicciones” entre los testimonios de las policías que habrían sido agredidas por Chaki Chan y compañía.

De acuerdo al relato de las agentes de lo que sucedió esa noche, ellas le ordenaron detenerse, pero los tres hombres a bordo del vehículo se dieron a la fuga, aunque lograron interceptarlos más adelante. Los ocupantes del auto se bajaron y comenzaron a agredirlas física y verbalmente. Las amenazaron.

Los agentes tuvieron miedo de que las mataran. Cada vez llegaban más vehículos. “Nos superaban en número de personas, eran muy prepotentes, una situación de muchos gritos”, recordó al declarar una de ellas. Los hombres se ubicaron en círculo para proteger a uno de los ocupantes del Peugeot. No lo sabían en ese momento, pero se trataba de Chaki Chan.

Según su relato, la funcionaria judicial le preguntó al policía qué había pasado. “Él dijo que lo estaban molestando y que no tenía nada que ver. Noté que ellos se presentaron, pero en las miradas había gestos de complicidad. La fiscal se llamaba Casal Gatto”, detallo la oficial. Su compañera agregó que, tras esa pequeña reunión, “la fiscal se subió en una camioneta y Guimil se fue en el vehículo".

La investigación, que puso límites al narco y en la que intervino la Procunar, se originó tras una rebelión de vecinos en el barrio Las Antenas de Lomas del Mirador, que se armaron para echar a los soldados del capo matancero, que querían copar el territorio. 

 

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