En un fallo con fuerte impacto para el debate sobre el transporte no habilitado, la Cámara Civil de General Roca ratificó que la aseguradora MAPFRE no deberá cubrir los daños ocasionados en un choque, ya que el conductor usaba su vehículo como Uber sin haber declarado esa actividad al contratar la póliza. La sentencia deja en claro un criterio que puede marcar tendencia: el ocultamiento del uso comercial anula cualquier reclamo.
El caso se remonta a enero de 2019, cuando un conductor protagonizó un choque en la región del Alto Valle. Tras el siniestro, el damnificado inició una demanda civil para obtener una indemnización, pero la aseguradora se negó a responder, argumentando que el auto asegurado como de "uso particular" pero en realidad funcionaba como taxi o remis, es decir, en el marco de un servicio de transporte de pasajeros.
La jueza de primera instancia le dio la razón a la compañía, y ahora la Cámara Civil ratificó ese criterio. En un tramo tajante del fallo, los jueces sostuvieron que "resulta una verdad de perogrullo mucho más gravoso el riesgo para el caso de asegurarse un vehículo destinado al transporte de pasajeros que el de un uso simplemente particular".
La clave, según el tribunal, estuvo en la falta de notificación por parte del conductor. El cambio de uso del rodado -de personal a comercial- nunca fue informado a la aseguradora, lo que alteró el riesgo que se había contratado en el seguro original. "El análisis del riesgo es abstracto y no depende de si la utilización comercial influyó o no en el accidente", aclararon los camaristas.
Sin cobertura, sin defensa y sin indemnización
Además de eximir a MAPFRE de responder económicamente, la Cámara descartó aplicar la Ley de Defensa del Consumidor. Consideró que la parte demandante no encuadra como “consumidor expuesto” dentro de la relación contractual que existía entre la aseguradora y el titular del auto.
Con la sentencia firme, el conductor quedó completamente desprotegido y deberá afrontar los costos del juicio y del accidente con recursos propios. Un dato no menor en el contexto actual, donde cada vez más vecinos utilizan sus autos como transporte informal para plataformas sin estar habilitados legalmente ni contar con seguros que cubran los riesgos asociados a esa actividad.
Este fallo judicial llega en medio de una creciente tensión en los municipios del Alto Valle por la expansión de las aplicaciones de transporte sin habilitación oficial. En ciudades como Roca, Cipolletti, Bariloche y Neuquén, la discusión sobre la legalización —o no— de Uber se volvió moneda corriente en los Concejos Deliberantes, con taxistas y remiseros en pie de guerra.
La Justicia civil ahora suma un argumento legal de peso: operar un auto como Uber sin declararlo no solo es una infracción administrativa, sino que puede tener consecuencias económicas devastadoras si ocurre un accidente. En criollo: sin seguro, no hay salvataje.