Un operativo cinematográfico sacudió a Cipolletti y otras tres ciudades del Alto Valle, pero detrás del despliegue de Gendarmería hay una trama mucho más oscura: la Justicia Federal investiga una red criminal que lavaba dinero proveniente de la venta de cocaína, a través de una financiera clandestina que operaba con total impunidad frente a la Plaza San Martín.
La causa, llevada adelante por el Juzgado Federal de Neuquén, derivó en 22 allanamientos simultáneos en Cipolletti, Fernández Oro, Allen y Roca. Más de 120 efectivos de Gendarmería Nacional participaron del operativo, que incluyó también a personal de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) y del Banco Central.
Uno de los puntos clave fue una oficina ubicada sobre la calle Miguel Muñoz al 290, en pleno centro de Cipolletti, a metros de la Comisaría 4° y rodeada de bancos. Funcionaba como una casa de cambio informal, donde -según la hipótesis judicial- se canalizaban los ingresos del narcotráfico mediante préstamos en efectivo a comerciantes y particulares, como método de blanqueo de capitales.
En el lugar se incautó una gran suma de dinero en pesos y dólares, además de 20 vehículos y motos presuntamente adquiridos con fondos ilegales. A pocas cuadras, también se allanó un local utilizado para transferencias irregulares de dinero al exterior.
Los investigadores apuntan a una estructura delictiva integrada por al menos 17 personas, con un flujo constante de dinero sucio generado por la venta de cocaína en la región. Ese dinero era reinyectado al sistema financiero informal a través de créditos con intereses y contratos falsos.
Mientras continúan los allanamientos y la recolección de pruebas, se intensificaron los controles en accesos y rutas clave del Alto Valle. La causa se mantiene bajo un fuerte hermetismo, pero todo indica que se trata de una organización con capacidad operativa, recursos económicos y conexiones que exceden las fronteras provinciales.
La postal de tres móviles de Gendarmería apostados frente a una financiera informal en el centro de Cipolletti fue el indicio visible de una investigación que avanza sobre una de las formas más complejas y silenciosas del crimen organizado: el lavado de activos que transforma la cocaína en dinero limpio.