En Río Negro se terminó el “entra por una puerta y sale por la otra”. Con un fuerte respaldo en la Legislatura, el gobierno de Alberto Weretilneck metió una reforma que venía pidiendo la calle: la Ley de Reiterancia, una herramienta legal que apunta directo al corazón del delito reincidente.
Ahora, si una persona tiene varias causas penales, puede ir preso antes del juicio, aunque no tenga condena firme. Se acabó eso de ver al mismo delincuenta suelto a los dos días, mientras la víctima sigue contando los daños.
“Con estas reformas, el mensaje es claro: en Río Negro los delitos tienen consecuencias. Estamos del lado de las víctimas”, tiró Weretilneck, que festejó la aprobación como un paso clave para darle más herramientas a jueces y fiscales, y devolverle algo de paz a la gente.
La ley de reiterancia se suma a otras movidas del gobierno para cerrarle la puerta a la impunidad. Ya está vigente la Ley de Doble Instancia, que impide que una persona condenada en dos tribunales siga en libertad mientras apela por tercera vez. Un alivio para muchas familias que veían a los condenados pasear por el centro mientras esperaban “resoluciones extraordinarias”.
Y como si fuera poco, en los próximos meses arranca el Registro Provincial de Huellas Genéticas: una base de ADN que va a permitir cruzar perfiles de delincuentes con escenas de crimen en tiempo récord. Todo forma parte de un paquete de reformas judiciales y de seguridad que apunta a lo que la gente reclama en la calle: menos papelerío, más acción, y que el que la hace, la pague.
En palabras del propio gobernador: “Nuestro compromiso es claro: proteger a las víctimas y demostrar que acá, el que delinque seguido, no se va a seguir riendo de la Justicia.”