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Jueves 17 de Julio, Neuquén, Argentina
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La otra cara del refugio: vecinos de La Sirena denuncian más robos desde que funciona el parador para indigentes

Vecinos del barrio neuquino aseguran que aumentó la inseguridad tras la apertura del refugio en Ciudad Deportiva. Piden más presencia policial. 

Por Redacción

Jueves, 17 de julio de 2025 a las 07:38
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En el barrio La Sirena, al oeste de la ciudad de Neuquén, algo cambió en las últimas semanas. Y no fue para mejor. Vecinos autoconvocados denuncian un incremento de robos, actos de vandalismo y movimientos sospechosos en la vía pública. El punto de quiebre —según señalan— fue la apertura de un parador para personas en situación de calle en la Ciudad Deportiva.

“Desde que comenzó el parador han venido surgiendo diferentes episodios en cuanto a la inseguridad. Nos acercamos a hablar con personal policial y también con el ministro Castelli, pero hasta ahora no vemos resultados”, expresó una vecina del barrio en comunicación con el grupo de seguridad barrial.

Según relatan, en lo que va de esta semana ya se registraron cuatro robos de bicicletas, todas desde patios de viviendas particulares. También se denuncian casos de personas caminando por los techos, pedidos insistentes de dinero o frazadas en la vía pública y episodios de intimidación a vecinos que circulan de noche.

Entre el miedo y la necesidad de respuestas

Los testimonios de los residentes muestran una dualidad compleja: si bien no se oponen a la existencia del parador, reconocen un cambio abrupto en la dinámica del barrio.

“No quiero decir que son todos ellos, porque estamos de acuerdo con que se ayude. Pero desde que está el parador, se descontroló todo. Hay gente vendiendo bolsas a las 11 de la noche, parando autos, tocando timbres”, relató una de las vecinas, que además remarcó que “la seguridad actual se limita a dos bicipolicías hasta las 11 de la noche”.

El temor no es nuevo. Desde el asesinato de Juan Calliani, ocurrido meses atrás, los vecinos se organizaron en un grupo comunitario de seguridad para estar alerta. Sin embargo, la situación, aseguran, se agravó.

“Tenemos oportunistas de los barrios aledaños que aprovechan la situación. Hay cámaras que registran cómo roban bicicletas o intentan abrir puertas. La gente tiene miedo, por eso se organizó”, explicó María Chiguay, referente del grupo vecinal.

El reclamo: seguridad, no estigmatización

Uno de los puntos clave que los vecinos insisten en remarcar es que no responsabilizan de forma generalizada a las personas alojadas en el parador, pero sí reclaman medidas que contengan la situación de inseguridad que perciben.

“Queremos ser escuchados. Entendemos que hay que ayudar a quienes más lo necesitan, pero también necesitamos que se garantice nuestra seguridad. Hoy no la tenemos”, sintetizó una vecina del barrio.

 

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