"Hoy la herida abierta de tu ausencia nos obliga a seguir buscándote y tratar de saber qué pasó ese 16 de marzo de 2005 a las 3 de la tarde, en que se cortó tu comunicación con el mundo. En nuestro corazón siempre estará la esperanza".
Con esas palabras Nilda Aguilera, la mamá de Florencia Penacchi, se dirigía hace unos años a las autoridades. Lo hacía a través de una carta abierta, en la que pedía que la investigación para develar lo que pasó con su hija siguiera activa.
Florencia es la joven neuquina de 24 años que desapareció en Buenos Aires. Hoy se cumplen 20 años de ese día en el que un llamado fue el último indicio de su paradero.
La chica, de 24 años, había viajado allí para estudiar, y vivía junto con su hermano Pedro en un departamento del barrio porteño de Palermo. Estaba en cuarto año de la facultad de Ciencias Económicas, y trabajaba en el Instituto de la Vivienda de la Ciudad.
Su mamá falleció el 29 de mayo de 2023. Siempre trató de que la Justicia le diera respuestas. Durante los 18 años posteriores a la desaparición luchó para que la investigación se reflotara, ya que, desde su inicio, no hubo una hipótesis firme sobre el caso.
¿La que sonó más fuerte? la de la posibilidad de que la estudiante hubiera sido víctima de una red de trata. Pero, tras algunos procedimientos, ésa línea tampoco se profundizó.
¿Cómo desapareció Florencia?
El 15 de marzo de 2005 Florencia se reunió en el departamento en el que vivía junto a su hermano Pedro a comer pizzas con unos amigos. A las 2 de la mañana los acompañó a una parada de colectivos, ubicada cerca de su casa, y los despidió.
Luego, a las 4 de la mañana, pidió dos latas de cerveza por delivery y bajó a recibirlas. Ésa fue la última vez en la que alguien la vio físicamente. Porque al día siguiente, el 16 de marzo de 2005, las comunicaciones sólo fueron telefónicas.
Al mediodía de ese día llamó a su trabajo para avisar que no iría porque se sentía mal, e incluso habló con su hermano. Después, nadie tuvo rastros de paradero.
Sobre su desaparición, este último relató que el día en el que nadie supo nada más sobre ella la chica tenía facultad por la mañana y trabajaría al mediodía. De hecho él pensó que estaba con algún compañero de facultad, por eso no se alarmó por su ausencia.
Hipótesis
Con respecto a las hipótesis sobre lo ocurrido, una red de trata, un secuestro 'al boleo' y la posible responsabilidad de un 'dealer' de cocaína al que la joven le compraba cada tanto (era consumidora ocasional) estuvieron entre las principales líneas abordadas. Pero todo se descartó.
De hecho por la sospecha de trata se hicieron procedimientos en prostíbulos de la provincia de Santa Cruz, pero no hubo hallazgos.
La sospecha de su madre
El reclamo que siempre tuvo para la Justicia la madre de la joven, Nilda Aguilera, es que no se investigó lo suficiente a una persona vinculada al boliche de Palermo "Confusión", al que su hija iba seguido.
En el mes previo a su desaparición la chica llamó en 50 oportunidades a un hombre, ligado a ese local nocturno. Según su mamá, los investigadores tardaron un año y medio en tomarle declaración a este sujeto, y sólo le hicieron tres preguntas.
Lamentablemente, a 20 años de lo ocurrido, todavía el caso permanece sin resolución.