NEUQUÉN
Seis de cada cien neuquinos son mayores de 65 años
Con el 6,4 por ciento de adultos mayores de 65 años, Neuquén está cuarta luego de Tierra del Fuego, Santa Cruz y Misiones en cuanto a envejecimiento poblacional.
La población de Neuquén es una de las menos envejecidas del país, ya que, con el 6,4 por ciento de adultos mayores de 65 años, ocupa el cuarto lugar en el ámbito nacional. Con menor envejecimiento poblacional figuran Tierra del Fuego (3,6 por ciento); Santa Cruz (4,9 por ciento) y Misiones (6,2 por ciento).
Esta situación se reproduce si se tienen en cuenta a los adultos mayores de 60 años: las ubicaciones en el listado de provincias son idénticas, pero los porcentajes diferentes. Para el caso de Neuquén, casi diez de cada cien habitantes (9,9 por ciento) son mayores de 60 años, algo que demuestra una modificación importante respecto de apenas dos décadas atrás.
En el resto del pelotón de provincias con población "menos envejecida”, Tierra del Fuego tiene 6,4 por ciento de mayores de 60 años; Santa Cruz 8,1 por ciento y Misiones 9,2 por ciento.
En el otro extremo están la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde el 15,7 por ciento de la población supera los 65 años. Luego están la provincia de Buenos Aires con 11,5 por ciento; Santa Fe, 11,1 por ciento, La Pampa, 10,9 por ciento y Córdoba, 10,8 por ciento.
Los datos pertenecen a la Encuesta Nacional sobre Calidad de Vida de Adultos Mayores, ENCaViAM, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos en forma asociada con la Encuesta Anual de Hogares Urbanos durante el tercer trimestre de 2012 y difundida esta semana.
La muestra de personas entrevistadas de 60 años y más se efectuó a partir de una submuestra de viviendas que se incluyeron en el relevamiento en el período mencionado.
Según el informe del organismo nacional, "el envejecimiento de la población es uno de los resultados de la evolución de los componentes del cambio demográfico -fecundidad, mortalidad y, en menor medida, las migraciones-. Se define como un proceso de cambio en la estructura por edad de la población, caracterizado por el aumento del peso relativo de las personas en edades avanzadas y la disminución del peso relativo de los más jóvenes. Este proceso provoca una modificación en la estructura por edades de la población que se refleja en la inversión de la pirámide de edad”.
En marzo pasado, la dirección provincial de Estadística, Censos y Documentación, difundió un documento titulado "Envejecimiento de la población neuquina”, a partir de los resultados de los Censos Nacionales de Población y Vivienda de 1991, 2001 y 2010, que establecía que la esperanza de vida de las mujeres en la provincia es actualmente de 80,75 años y la de los varones de 74,1 años.
Esa expectativa representa, según el estudio, un aumento en más de dos años a lo largo de una década. Esos registros corresponden al período 2008-2010 y superan a los del bienio 2000-2001, cuando la expectativa de vida de las neuquinas estaba en 79,6 años y de los neuquinos en 71,3 años.
El crecimiento de la esperanza de vida al nacer en la población neuquina se mantiene de manera sostenida desde comienzos de la década de 1960, cuando el promedio de edad de los varones era de 53,8 años y el de las mujeres de 60,9 años. Estos datos demuestran que el envejecimiento de la población es a la vez "un éxito de la salud pública y del desarrollo socio económico” y un "reto para la sociedad” ya que debe adaptar sus sistemas de cobertura social para mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
El envejecimiento poblacional se evalúa a partir del resultado del proceso de transición demográfica que consiste en tres etapas: la primera que se relaciona con una población constituida mayoritariamente por jóvenes y adultos y un bajo porcentaje de personas en edad avanzada debido a elevados niveles de mortalidad y fecundidad.
En la segunda etapa se verifica el ensanchamiento de la base de la pirámide poblacional en virtud de la aplicación de programas de reducción de la mortalidad en todas las etapas de la vida, en especial en la población infantil. Y luego existe una tercera etapa, de transición demográfica, que ocurre luego de un largo período de descenso de la mortalidad general y la fecundidad, cuando se conforman poblaciones envejecidas con un porcentaje elevado de adultos mayores que definen pirámides poblacionales con bases más angostas y cúspides más ensanchadas.
De acuerdo con el informe de la ENCaViAM, el envejecimiento demográfico en América Latina y el Caribe tuvo un desarrollo importante a partir de la segunda mitad del siglo XX, con la instrumentación de medidas de protección y cobertura a la salud de la población. En Argentina, según los datos publicados por el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, para el año 2050 una de cada cinco personas será mayor de 65 años.
"En nuestro país, continúa el informe, "el camino hacia el envejecimiento poblacional se inició alrededor de 1920 y avanzó de manera intensa desde la segunda mitad del siglo XX hasta mediados de la década de 1970. Entre 1914 y 1947 la tasa global de fecundidad pasó de 5,3 a 3,2 hijos por mujer y la esperanza de vida se incrementó en 12,6 años a causa de las a causa de las mejoras relativas a la baja en la tasa de mortalidad. En el caso argentino, además de la caída en la fecundidad y de la mortalidad, el componente migratorio tuvo un impacto relevante en el comienzo de este proceso. Si bien el fuerte afluente de población migrante de ultramar de fines del siglo XIX era principalmente joven, al promediar el siglo XX el peso de los migrantes en la población de 65 años y más representaba casi el 60 por ciento”.
Una de las razones de analizar la calidad de vida de los mayores de 60 años fue que a esa edad se produce el retiro de las mujeres de la vida laboral en casi todos los distritos del país –en Neuquén es a los 55 años, según el régimen de la administración pública provincial-. Además se tuvieron en cuenta parámetros de organismos internacionales. En la Argentina, como se puede observar en el cuadro 1, el 14,3 por ciento de la población está en el sector bajo análisis.
También –según el cuadro 2- se comprueba que el 43 por ciento de los adultos mayores de 60 años son varones, y el 57 por ciento, mujeres, algo que tiene que ver con la mayor expectativa de vida por parte de estas últimas respecto de sus congéneres.
El estudio del Indec mide también otros componentes: educación, vivienda, salud, entretenimiento, ocupaciones laborales, constitución del grupo familiar conviviente, entre otros, pero estos datos no se encuentran desagregados.
Esta situación se reproduce si se tienen en cuenta a los adultos mayores de 60 años: las ubicaciones en el listado de provincias son idénticas, pero los porcentajes diferentes. Para el caso de Neuquén, casi diez de cada cien habitantes (9,9 por ciento) son mayores de 60 años, algo que demuestra una modificación importante respecto de apenas dos décadas atrás.
En el resto del pelotón de provincias con población "menos envejecida”, Tierra del Fuego tiene 6,4 por ciento de mayores de 60 años; Santa Cruz 8,1 por ciento y Misiones 9,2 por ciento.
En el otro extremo están la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde el 15,7 por ciento de la población supera los 65 años. Luego están la provincia de Buenos Aires con 11,5 por ciento; Santa Fe, 11,1 por ciento, La Pampa, 10,9 por ciento y Córdoba, 10,8 por ciento.
Los datos pertenecen a la Encuesta Nacional sobre Calidad de Vida de Adultos Mayores, ENCaViAM, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos en forma asociada con la Encuesta Anual de Hogares Urbanos durante el tercer trimestre de 2012 y difundida esta semana.
La muestra de personas entrevistadas de 60 años y más se efectuó a partir de una submuestra de viviendas que se incluyeron en el relevamiento en el período mencionado.
Según el informe del organismo nacional, "el envejecimiento de la población es uno de los resultados de la evolución de los componentes del cambio demográfico -fecundidad, mortalidad y, en menor medida, las migraciones-. Se define como un proceso de cambio en la estructura por edad de la población, caracterizado por el aumento del peso relativo de las personas en edades avanzadas y la disminución del peso relativo de los más jóvenes. Este proceso provoca una modificación en la estructura por edades de la población que se refleja en la inversión de la pirámide de edad”.
En marzo pasado, la dirección provincial de Estadística, Censos y Documentación, difundió un documento titulado "Envejecimiento de la población neuquina”, a partir de los resultados de los Censos Nacionales de Población y Vivienda de 1991, 2001 y 2010, que establecía que la esperanza de vida de las mujeres en la provincia es actualmente de 80,75 años y la de los varones de 74,1 años.
Esa expectativa representa, según el estudio, un aumento en más de dos años a lo largo de una década. Esos registros corresponden al período 2008-2010 y superan a los del bienio 2000-2001, cuando la expectativa de vida de las neuquinas estaba en 79,6 años y de los neuquinos en 71,3 años.
El crecimiento de la esperanza de vida al nacer en la población neuquina se mantiene de manera sostenida desde comienzos de la década de 1960, cuando el promedio de edad de los varones era de 53,8 años y el de las mujeres de 60,9 años. Estos datos demuestran que el envejecimiento de la población es a la vez "un éxito de la salud pública y del desarrollo socio económico” y un "reto para la sociedad” ya que debe adaptar sus sistemas de cobertura social para mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
El envejecimiento poblacional se evalúa a partir del resultado del proceso de transición demográfica que consiste en tres etapas: la primera que se relaciona con una población constituida mayoritariamente por jóvenes y adultos y un bajo porcentaje de personas en edad avanzada debido a elevados niveles de mortalidad y fecundidad.
En la segunda etapa se verifica el ensanchamiento de la base de la pirámide poblacional en virtud de la aplicación de programas de reducción de la mortalidad en todas las etapas de la vida, en especial en la población infantil. Y luego existe una tercera etapa, de transición demográfica, que ocurre luego de un largo período de descenso de la mortalidad general y la fecundidad, cuando se conforman poblaciones envejecidas con un porcentaje elevado de adultos mayores que definen pirámides poblacionales con bases más angostas y cúspides más ensanchadas.
De acuerdo con el informe de la ENCaViAM, el envejecimiento demográfico en América Latina y el Caribe tuvo un desarrollo importante a partir de la segunda mitad del siglo XX, con la instrumentación de medidas de protección y cobertura a la salud de la población. En Argentina, según los datos publicados por el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, para el año 2050 una de cada cinco personas será mayor de 65 años.
"En nuestro país, continúa el informe, "el camino hacia el envejecimiento poblacional se inició alrededor de 1920 y avanzó de manera intensa desde la segunda mitad del siglo XX hasta mediados de la década de 1970. Entre 1914 y 1947 la tasa global de fecundidad pasó de 5,3 a 3,2 hijos por mujer y la esperanza de vida se incrementó en 12,6 años a causa de las a causa de las mejoras relativas a la baja en la tasa de mortalidad. En el caso argentino, además de la caída en la fecundidad y de la mortalidad, el componente migratorio tuvo un impacto relevante en el comienzo de este proceso. Si bien el fuerte afluente de población migrante de ultramar de fines del siglo XIX era principalmente joven, al promediar el siglo XX el peso de los migrantes en la población de 65 años y más representaba casi el 60 por ciento”.
Una de las razones de analizar la calidad de vida de los mayores de 60 años fue que a esa edad se produce el retiro de las mujeres de la vida laboral en casi todos los distritos del país –en Neuquén es a los 55 años, según el régimen de la administración pública provincial-. Además se tuvieron en cuenta parámetros de organismos internacionales. En la Argentina, como se puede observar en el cuadro 1, el 14,3 por ciento de la población está en el sector bajo análisis.
También –según el cuadro 2- se comprueba que el 43 por ciento de los adultos mayores de 60 años son varones, y el 57 por ciento, mujeres, algo que tiene que ver con la mayor expectativa de vida por parte de estas últimas respecto de sus congéneres.
El estudio del Indec mide también otros componentes: educación, vivienda, salud, entretenimiento, ocupaciones laborales, constitución del grupo familiar conviviente, entre otros, pero estos datos no se encuentran desagregados.