MANO A MANO CON PICHETTO

Pichetto: “A mediados de año la fórmula presidencial del peronismo tiene que estar por la calle”

domingo, 16 de febrero de 2014 · 13:01
Interesante entrevista realizada por la revista Debate en la que el Senador Nacional Miguel Pichetto plantea los desafíos del oficialismo y anticipa cómo será el año en términos políticos. Además, analiza el futuro político del Frente Para La Victoria y el suyo en particular. 

 

-Parece un momento complicado para el gobierno nacional. Algunas variables económicas y ciertas incertidumbres políticas así lo indican. ¿Cuál es su diagnóstico?


-Incertidumbre política no veo. Existe un liderazgo político claro, que no está en discusión. Es cierto que la Presidenta ha tenido un problema de salud, como le puede ocurrir a cualquier ser humano. Tuvo su reposo y retomó la actividad, siempre atenta y monitoreando la gestión. Por lo tanto, no veo vacío de poder ni ninguna situación política anormal, como nos quieren hacer creer algunos analistas y la oposición.

 

-¿Y en lo económico?

-Ahí hay un desafío: mantener las reservas, recuperar el crecimiento y, fundamentalmente, ver cómo se acuerda con los organismos internacionales como el Club de París. Ha habido avances importantes en el tema del CIADI, con el Fondo Monetario. Es el rumbo que la Presidenta ha definido y que nos va a permitir retomar una senda positiva, con un dólar competitivo que aliente las exportaciones y con un esquema de superávit fiscal y comercial. Ésas son las banderas que el Gobierno tuvo durante muchos años y que hay que retomar. La Presidenta está en esa línea. 

 

-¿Aumentará la conflictividad social? En poco tiempo más se empezarán a discutir paritarias, y es una posibilidad.

-Es muy importante el rol de los gremios y de los empresarios. Se necesita de mucha prudencia y razonabilidad. Si todo el mundo tironea, indudablemente se va a terminar lesionando el proceso de paritarias libres que durante todo este tiempo se ha tenido. Hay que encontrar niveles de acuerdo salarial por debajo del 30 por ciento: entre el 24 y el 25. En Río Negro hemos cerrado acuerdos salariales con los gremios de servicios con aumentos de entre el 25 y 26 por ciento.

 

-¿Cómo ve el juego de los actores en esa disputa?-Algunas organizaciones sindicales trataron de convocar políticamente para salirse de estos números, pero no han tenido mucho éxito. Sería importante que actuaran con mucha serenidad, responsabilidad, ayudando a la gobernabilidad. La Presidenta siempre sostuvo el criterio de paritarias libres, pero no tendría que ser por encima de los niveles de inflación. Durante la última década, los acuerdos fueron por encima no sólo de la inflación del Indec, sino también de la denominada "inflación del supermercado”.

 

 

-¿Le gusta el estilo Capitanich?-Me comprenden las generales de la ley, porque soy amigo personal de él. Es un dirigente muy formado, muy capaz. Un hombre joven con una experiencia realmente extraordinaria en la gestión, en el Parlamento. Fue jefe de Gabinete cuando hubo que enfrentar la peor crisis de la Argentina. La verdad es que me gusta la gente que da la cara, que dice lo que piensa y defiende al Gobierno. Creo en la comunicación y en el debate abierto. Hay muchos funcionarios que han estado con perfiles demasiado bajos y tienen cargos muy importantes.

 

-¿Por ejemplo?-No voy a dar ejemplos. Pero si usted tiene un ministro, ese ministro tiene que hablar. Y tiene que defender al gobierno en cada una de las instancias. Si soy presidente del bloque y no defiendo las políticas del gobierno, me tienen que echar a patadas. Claro, eso tiene sus costos. A veces se hace difícil caminar por la calle. Especialmente, en esta ciudad capital. No se puede caminar tranquilo por la playa en Mar del Plata o Pinamar.
Hay que tener coraje cívico y poner la cara. Algunos están muy cómodos. En estos años existieron buenas ideas que no tuvieron un escenario de debate político adecuado. Por ejemplo, nunca estuve de acuerdo en no ocupar todos los espacios en todos los medios. Aun en los medios adversarios. Aun en los medios más críticos. Dejar el espacio vacío o que los ocuparan siempre las mismas caras me pareció un error. Que el peronismo no fuera a la televisión fue un error. El espacio de la discusión pública, donde las voces se multiplican, ayuda a la Presidenta a consolidar ideas.
El año pasado se lo vio algo distante de algunas decisiones del Gobierno, por más que terminase apoyándolas y contribuyese a que fuesen aprobadas. Se especuló mucho sobre eso.
No, hice algunas declaraciones que hicieron ruido. En mi campaña, en Río Negro, me sentí muy solo, y soy el presidente del bloque del Senado. No soy un cuatro de copas. Sin embargo, mucho apoyo no me dieron.

 

-¿Desde el gobierno nacional?-Me sentí solo. Punto. Con cierta indiferencia. Y eso lo trasunté en algunos reportajes. También dije que no necesitaba politólogos, porque la política la hace el político. Éste es un país muy generoso, en donde a los debates electorales televisivos van más los politólogos y los encuestados que los propios dirigentes. Y yo demostré que no necesito ni encuestadores, ni politólogos. Ni publicidad. Y mal no me fue. 
Además, lo hice defendiendo la política nacional. Hablé de obra pública, de la Universidad de Río Negro… Si se fundaron ocho universidades en la provincia de Buenos Aires, tendría que haber sido elemento de discusión y debate público respecto de lo que significa el gobierno nacional en el distrito. Pero no vi eso. Tenían publicidades maravillosas, afiches y cartelería.
Yo gané por la mía, con la mía, pero siempre apoyando la política del Gobierno. Y aun en los temas en los que no estaba de acuerdo, como en el Código Civil, estuve.

 

-Fue muy crítico en ese caso.-El Código Civil tal como está quedando es un verdadero mamarracho. No estoy de acuerdo. No con todo, pero sí con buena parte. Es un esquema armado por los civilistas para destruir el derecho público, para liquidar el derecho administrativo, para que el Estado sea un ciudadano más en la discusión de los intereses controvertidos y siempre mal defendido, con abogados que siempre llegan tarde a las presentaciones, a las contestaciones de demandas.
No estaba de acuerdo con el pensamiento y la matriz ideológica de ese Código, que era para manejar las relaciones privadas. El Código de Vélez Sarsfield es bueno. Y el de 1967, pese a que se hizo durante un gobierno militar, estuvo medianamente bien, porque incorporó la Doctrina del Daño. Acá se dicen muchas tonterías y mentiras. Hoy nadie deja de hacerle juicio al Estado. Pregúnteles a los grandes estudios que están patrocinando a las víctimas de Once si carecen de legislación en el actual Código Civil para demandar a la empresa concesionaria y, subsidiariamente, para demandar al Estado. El pensamiento ideológico del Código, hecho por civilistas, coloca al Estado en una situación de extrema debilidad y lesiona fuertemente el derecho administrativo como rama especial del derecho; y avanza en planos en los que no debe avanzar el derecho civil.

 

-En el peronismo se aventuran varios candidatos. ¿Los ve compitiendo en una primaria a Daniel Scioli, Sergio Massa, José Manuel de la Sota?Massa ya ha dicho que no.

 

-¿Nada va a cambiar al respecto de aquí a 2015?-Me atengo a sus declaraciones públicas. Yo confío, primero, en la reconstrucción de nuestro partido. El peronismo es la columna vertical del Gobierno. La Presidenta le incorporó su impronta, sectores juveniles, movimientos sociales… También lo hizo Kirchner, en su momento. Pero el eje central de la política y de la disciplina, y lo que eso significa a la hora de votar proyectos y bancar las malas, es el peronismo. 
Además gobierna las principales provincias. Por eso es necesario reconstruir el partido. Por supuesto que en línea con el pensamiento de la Presidenta, que sigue siendo una figura que hace a la centralidad de la política argentina. Nadie desconoce ese dato. Pero el partido tiene que ser una herramienta fundamental. Y, después, me parece que a mediados de año hay que empezar a definir posiciones de cara a 2015, donde la fórmula del peronismo tiene que estar caminando por la calle.

 

-¿La ve a Cristina apoyando una de las opciones posibles?Me parecería interesante que la Presidenta definiera y apoyara a un candidato. Le daría mucha vitalidad y mucha fuerza, y le aseguraría también la posibilidad de continuidad.

 

-¿Se siente cerca políticamente de Scioli?-Tengo una relación de muchos años con Daniel. Lo considero una buena persona, un hombre moderado, y creo que es una de las alternativas más importantes que tiene el peronismo. También Capitanich lo es. También hay gobernadores exitosos que pueden serlo. El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, por ejemplo, es una figura interesante. El peronismo tiene candidatos. Y me veo siendo parte de ese proceso político.

 

-¿Se ve disputando la gobernación de su provincia?-No…

 

-¿Ya no?No, no digo ya no. Lo que digo es que éste es un año complejo, difícil y que estoy trabajando con el gobernador, apoyándolo… En 2015, veremos. Yo creo en los proyectos y en la necesidad de asegurar gobernabilidad. Hay que hacerlo tanto en el orden nacional como en el provincial. Como puede ver, estoy en el lugar de siempre. 


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