Recordó que antes de la guerra Hitler sobrevivía vendiendo obras que pintaba y que siempre tuvo pasión por la pintura. Contó que una persona que era corredor de ventas de Molinos Río de la Plata entró en una despensa en el kilómetro 5,600 de la avenida Bustillo para vender unos cuadros a un alemán.
Éste rechazó la posibilidad, pero el vendedor vio un cuadro que estaba terminando de pintar el propietario de la despensa y le preguntó si se lo vendía porque él coleccionaba.
Después de 25 años una persona lo visita y al ver el cuadro lo incitó a ver quién lo firmaba. Era la firma clásica de Hitler, con una técnica que es el grafiado, grabarla con la punta del pincel al revés. Basti explicó que la firma de Hitler en el cuadro estaba oculta, bajo una capa de un pigmento especial, y con el transcurso de los años quedó visible.
B2000