Docentes y una maestranza de un jardín maternal ubicado en Fotheringham al 650 denunciaron ante este multimedio que son víctimas de acoso laboral y falta de pago de salarios e indemnizaciones, además de otras irregularidades.
Estafanía Pino, Débora Vargas y Micaela Marín explicaron que durante el tiempo en que cada una se desempeñó , la propietaria del jardín - que además tiene una escuela primaria en calle Rioja- arbitrariamente tomó decisiones que las afectaron seriamente, como no reconocerles certificados médicos de la subsecretaría de trabajo y en ese período despedirlas, no reconocer la hora de lactancia y no pagar licencia por maternidad, hacerlas trabajar 10 horas contínuas pagando sólo 4 en blanco, cobrarles el material didáctico y fotocopias para los alumnos, además de cobrarle dos cuotas de 1500 pesos a los padres por el mismo concepto, suspenderlas por llegadas tarde de 10 minutos o por no aceptar hacer horas extras. Las trabajadoras también explicaron que no tenían una sala fija, sino que cubrían ausencias en cualquier lugar de los dos establecimientos, además de modificarles sin consulta los horarios de trabajo.
A las tres les adeudan pagos por distintos conceptos como mínimo desde febrero. También indicaron que se las desvinculó del gremio de docentes privados Sadop, y se las incluyó como empleadas de comercio, aunque en el sindicato nunca recibieron los aportes, y las chicas perdieron la obra social-
Mariano Di Bártolo, secretario adjunto electo de Sadop estuvo acompañando el reclamo de las docentes a pesar que ya no pertenecen al gremio y perdieron la representatividad. Desde el gremio explican que las chicas son rehenes de este tipo de trabajo, incluso convocados a través de los diarios, y lamentaron que la propietaria de estos establecimientos que también es docente "se aproveche de sus propias colegas"