INFORME ESPECIAL, PARTE II

Los Barreales: “No nos preocupan las fiestas, sino las usurpaciones”

La frase corresponde a uno de los referentes del Club Mari Menuco. La falta de control y parámetro institucional en esa zona dificulta la convivencia y desalienta las inversiones.
domingo, 13 de diciembre de 2020 · 00:14

Cuando se habla de Los Barreales, incluye a Mari Menuco y a Planicie Banderita. Es un total de 100 hectáreas. En los últimos 15 años, sólo una parte se pudo desarrollar. En Mari Menuco hoy hay varios clubes privados y un par de desarrollos inmobiliarios y turísticos. De a poco, la villa va teniendo servicios, sobre todo conectividad, y lo que comenzó como una segunda residencia para muchos neuquinos y cipoleños, hoy es pensado como alternativa de morada fija. “Pero lo que desalienta es la relación con la comunidad Kaxipayiñ, no hay forma de diálogo, nos han usurpado, nos roban y no permiten cuestiones básicas, como la obra de cloacas”, explicó Jorge Campporeci.

Como se describió en el informe anterior, ese extenso territorio es hoy tierra de nadie pese a considerarse una zona muy rica. Ningún municipio tiene alcance desde su ejido y particularmente en Los Barreales, donde sus playas cada vez ganan más adeptos, no hay servicios ni seguridad de ningún tipo. Allí es fuerte el clan que responde a Julio Cherqui, de la comunidad Kaxipayiñ. Hacia el norte del istmo Mari Menuco-Los Barreales las tierras se identifican con los Painemil, en cabeza de doña Elba. Ellos han desarrollado un complejo turístico, asociado al proyecto Dino del Centro Paleontológico y con algún tipo de aval del municipio de Vista Alegre, aunque como casi todo en el país, quedó frenado por la pandemia. No obstante, el intendente, Carlos Ridao, dijo a este diario: “Yo estoy desde diciembre y no autoricé nada. No podría hacerlo porque no tengo jurisdicción, sería ilegal”.

Desde el Club Mari Menuco, Campporeci opinó: “Nosotros no tenemos problemas con las fiestas, no se si hay fiestas clandestinas, porque no es algo planificado y organizado. La gente se junta, pone música y creemos que tiene que ver porque están prohibidas las reuniones masivas por la pandemia y no hay lugares habilitados; con el tiempo se desalentarán. Ese no es nuestro problema”. “Nosotros tenemos problemas con la comunidad Kaxipayiñ, no hay acompañamiento, son muy violentos y no hay forma de dialogar. La última vez que fuimos a hablar, con la Policía, nos sacaron a pedradas”.

En el ingreso al Club Mari Menuco, los que responden a Julio Cherqui han tomado tierras. “Hemos planteado hacer la obra de cloacas, una cuestión que no resiste debate, pero no se puede: nos roban los caños, los rompen...es imposible. Obviamente, esto genera inseguridad, por delitos e inseguridad jurídica”, manifestó.

En referencia a esta situación, quizás valen dos hechos “como botón de muestra”:

  • El 3 de enero de este año, con las luces y los resabios de los festejos por el nuevo año -lo de la pandemia parecía aún un problema lejano que quedaría en China, a lo sumo en Europa- cerca del lago Los Barreales encontraron el cuerpo de una mujer. Estaba enterrada debajo de un cartel, en posición fetal. Las pericias arrojaron que tendría unos 60 años y que no presentaba heridas, ni de bala ni de arma blanca. La primera averiguación fue en la comunidad de Cherqui, pero no tenían ninguna desaparecida. Hasta el día de hoy, sigue el misterio porque nunca se pudo identificar ni hubo coincidencias de pedido de paradero de una mujer, de esas características.
  • Hace tres años y en una resolución inédita por el tipo de intervención, el gobierno provincial neuquino firmó un acuerdo para mudar a Villa El Chocón, la mini- ciudad turística que se iba a instalar en el itsmo Los Barreales y que no se pudo concretar por la resistencia de Cherqui y su comunidad. Si bien el gobernador Omar Gutiérrez no reconoció como propias las tierras que la comunidad se adjudica en esa zona, ofreció como remedio a los adjudicatarios que se muden a la costa del lago Ramos Mexia.

“Ese acuerdo (por la mudanza de los 3.600 lotes al Chocón) no sirvió de nada. Todavía hay gente que está pagando por los lotes sin ningún tipo de mejora ni posibilidades de usufructuar. Esta situación nos genera inseguridad, de todo tipo”, afirmó Campporeci.

-¿Han debatido el tema en el seno del Club Mari Menuco sobre la posibilidad de plantear la creación de una comisión de fomento que anexen las tierras a algún municipio?: “La verdad que no lo pudimos hablar, no sabemos qué hacer. Si tuviéramos beneficios es una situación, pero si no hay garantías, es otra. Porque siendo comisión o estando bajo la órbita de un municipio, y esto sigue siendo el far west, no nos sirve”, opinó.

Aunque resulte insólito, este territorio de aproximadamente 100 hectáreas es “tierra de nadie” y se encuentra a 100 kilómetros de la ciudad de Neuquén, capital de Vaca Muerta.  

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