Reconvirtieron la fábrica

Las textiles hacen barbijos y ambos para Salud

Las textiles reformaron la fábrica en tiempo récord y se abocaron a la confección de ambos, cofias, cubre calzados y barbijos para el sector de Salud.
martes, 7 de abril de 2020 · 11:47

Las trabajadoras textiles reconvirtieron la producción de la cooperativa luego de declarada la emergencia sanitaria, y hoy se encuentran trabajando a destajo para cubrir la importante demanda de sectores públicos y privados, no sólo elaborando barbijos a bajo costo, sino también todo tipo de material textil propio del área de salud.

Marina Catilao, la principal referente de la cooperativa que surgió luego del cierre de la empresa Textil Neuquén, explicó a MI que todo comenzó con un comunicado que lanzaron cuando fue declarada la pandemia del COVID19. Allí anunciaron que las trabajadoras habían decidido abocarse exclusivamente a esta tarea, y la razón de esta exclusividad está en que, por tratarse de material que debe salir inmaculado desde la fábrica, no puede mezclarse con otro tipo de producción por el riesgo a la contaminación de los mismos.

El primer objetivo fue readaptar la fábrica a las nuevas tareas y conseguir los permisos sanitarios por parte del Municipio y de Provincia, lo que se logró casi de inmediato y comenzaron a llegar los pedidos.

La clínica privada CEMIC fue la primera en realizarles un pedido, 20 mil barbijos. Luego el Sindicato de Petroleros solicitó la confección de alrededor de 1500 ambos para ser distribuidos en las farmacias y clínicas asociadas a su obra social.

Pero los pedidos siguen llegando, el Correo Argentino encargó alrededor de 2 mil barbijos, el Mercado Concentrador pidió unos 15 mil, y la lista continúa; y el pedido más importante hoy, es el del Ministerio de Salud de la Provincia de Neuquén con un total de 80 mil barbijos.

Cabe recordar que la confección de barbijos no es una tarea simple si se hace de la manera correcta. Hay que respetar una importante cantidad de pautas de sanidad para lograr la esterilidad necesaria, como así también en los materiales que deben ser exactamente los ordenados por la OMS para una correcta funcionalidad.

Afortunadamente, esta veloz reconversión que llevaron adelante las textiles, tuvo beneficios inmediatos. Por la importante demanda debieron agregar a dos personas más a su planta original de trabajadores, llevándola al total de 28 personas.

Los valores no son un dato menor, Catilao destaca que por tratarse de una cooperativa de trabajadores que no tiene la ambición del lucro propio de las grandes empresas privadas, ellas pudieron permitirse fijar un precio para sus productos acorde a las necesidades de la sociedad. Por ejemplo, un barbijo oficial que hoy se consigue en el mercado mayorista a no menos de $70 la unidad, ellas lo venden a $30 cada uno.

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