Un kiosco ambulante de pirotecnia, montado en el baúl de un viejo Peugeot 504, fue descubierto este jueves por la Policía cuando “ofrecía” los productos por el Oeste de la ciudad de Neuquén.
La diligencia se registró alrededor de las dos de la tarde y estuvo a cargo de personal de la comisaría 18 y empleados de Comercio del municipio, quienes luego de obtener la información suficiente, se dirigieron a un domicilio ubicado en el barrio Belén. Les habían aportado el dato de la venta clandestina de pirotecnia.
Cuando llegaron al lugar descubrieron a dos hombres en el interior de un Peugeot 504, a quienes les ordenaron abrir el baúl. En ese compartimento ocultaban una gran cantidad de pirotecnia –cuya venta y uso están prohibidos por Ordenanza en la ciudad de Neuquén-, entre ellas algunos materiales de importante poder de estruendo. Todo ello, acopiado junto al tanque de GNC del rodado.
Los empleados municipales secuestraron toda esa mercadería y los hombres fueron notificados de la infracción correspondiente.