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Jueves 24 de Abril, Neuquén, Argentina
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"Por qué no me tapas ésta": no respetar nada, mal neuquino

"Son dos minutos y me voy", "Dejo a mi hijo en la escuela y listo", son algunas de las excusas que se escuchan cuando un peatón se enoja. Pero este lunes la paciencia de una vecina de 85 años llegó a su límite. 
Martes, 18 de mayo de 2021 a las 16:00

Las callecitas de Neuquén tienen ese que se yo ... Algo habitual al caminar por las veredas capitalinas, ya sea centro, seste, sur, oeste (ningún barrio se salva), es ver las rampas tapadas algunas veces una parte de ellas y otra en su totalidad por algún vehículo. "Son dos minutos y me voy", "Dejo a mi hijo en la escuela y listo", son algunas de las excusas que se escuchan cuando un peatón se enoja. Pero este lunes la paciencias de una vecina de su 85 años llegó a su límite. 

 

Eran las 17 horas aproximadamente, cuando Mariana llevaba a su abuela Margarita (que está en silla de ruedas hace 20 años), por Perito Moreno, cuando llegan a la esquina de José Rosas y quiere cruzar la calle y poder bajar por la rampa correspondiente un vehículo tapaba la misma. "Resoplé, puteé a mis adentros, me da bronca, tengo que levantar la silla de rueda bajarla por el cordón y rogar que no se me caiga", afirmó la mujer de 30 años a la redacción de mejorinformado.com. 

 

Para desgracia del conductor del auto que estaba en infracción, llegó justo cuando Mariana intentaba bajar a Margarita: "Tranqui flaca, ahí yo ya me voy", dijo el hombre de unos 50 años, con vos tranquila, lejos de reconocer su error y disculparse. En ese momento la nieta, enfureció: "¿Vos sos o te haces?, no me estas haciendo un favor en correr el auto, estas cometiendo una infracción, ¿No te das cuenta?", le dijo enojada. El señor largó una pequeña risa y le contesta: "Tranqui flaca, la vida es corta no te amargues", y para colmo le agrega: "Si no la tapaba yo, la tapa otro, es así, somos argentinos". 

 

En ese momento entra escena la abuela de 85 años: "A ver querido, porque no venís y me tapas esta", le lanzó Margarita con tono tranquilo. Colorado, a más no poder, el hombre avergonzado y con su orgullo al suelo, sin mediar palabra se subió a su auto y se fue. 

 

Hay muchas Marianas y Margaritas, que tienen que lidiar con conductores como estos, y a eso hay que sumarle que las calles neuquinas cada día están más deterioradas. Otro relato salvaje de los ciudadanos neuquinos. 
 

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