Por la falta de mantenimiento e inversión de la provincia en el aeropuerto de Roca, un operativo sanitario para trasladar órganos de una ablación estuvo en riesgo.
Los profesionales que debían practicarla debieron aterrizar en el vuelo que los trasladaba en Neuquén y desde allí hacer el viaje a por la siempre peligrosa ruta 22, asumiendo los riesgos de traslado como de tiempo, que en estos casos, cada minuto es de suma importancia.
Tras el accidente ocurrido en la zona de Guerrico, en el que fallecieron tres personas, varios heridos fueron hospitalizados. Uno de ellos, que se encontraba en estado crítico fue mantenido con vida para poder realizar una ablación. El problema surgió a la hora de planificar el procedimiento de traslado de los profesionales y de los órganos. Es que el avión en el que llegaron los médicos no pudo aterrizar en Roca porque está fuera de servicio para operaciones nocturnas.
Hace meses que el aeropuerto Arturo Humberto Illía de Roca no puede recibir vuelos sin luz diurna. Es que los robos de las balizas de señalización de la pista lo dejaron fuera de servicio, como también la falta de tramos del alambrado perimetral que aumenta los riesgos de que cualquier persona o animal pueda ingresar a la pista.
Ante este problema grave, que la provincia de Río Negro no dio respuestas pese a las constantes promesas de inversión, el vuelo debió arribar al aeropuerto internacional Juan Domingo Perón de Neuquén. Desde allí y en horas de la madrugada, los médicos debieron viajar a Roca por la ruta 22 hasta Roca, donde realizaron la intervención correspondiente en el hospital Francisco López Lima.
Ya con luz solar, apenas amaneció, la aeronave debió hacer otro vuelo hasta Roca, donde pudo aterrizar y esperar en la pista del Arturo Humberto Illía la llegada de la ambulancia que transportó los órganos de la ablación que fueron trasladados a Córdoba.
Fuentes vinculadas al aeroclub roquense, que supo mantener en operación el aeropuerto roquense confiaron que desde que el gobierno de Arabela Carreras prometió hacerse cargo de la estación aérea nunca se concretaron las inversiones prometidas. A esa situación se le agrega los constantes robos que se producen, de la que también prometió hacerse cargo el gobierno provincial y nunca repuso las balizas y los tramos de alambrado faltantes.