Una polémica reciente en San Martín de los Andes giró en torno a la costumbre de dar propinas en restaurantes y la situación particular que vivieron un grupo de alumnos de la escuela Nº 345 de Chos Malal, barrio Cordillera del Viento. Alrededor de 40 estudiantes disfrutaron de una comida en una pizzería céntrica de la localidad, gastando un monto superior a los 80 mil pesos. Sin embargo, el momento se tornó tenso cuando el local intentó cobrarles un 10% adicional en concepto de propina, lo que generó un desacuerdo entre los estudiantes y el personal del restaurante.
El conflicto escaló a tal punto que los profesores que acompañaban a los alumnos intervinieron y aclararon que la propina es una contribución voluntaria. No obstante, los empleados del restaurante sostuvieron que su servicio merecía ese reconocimiento. La situación se volvió aún más compleja cuando los profesores propusieron cubrir la propina con fondos de la escuela, ya que el dinero era propiedad de la institución educativa.
Este incidente llevó a que se eleve una petición a las autoridades turísticas de San Martín de los Andes, así como al municipio, para abordar y aclarar este tipo de situaciones. Los involucrados sostienen que estos desacuerdos no son favorables para la imagen de la ciudad como destino turístico.
Ante esta controversia, en una entrevista con AM 550 y CN 24/7 Alejandro Apaolaza, secretario de Turismo de San Martín de los Andes, expresó su pesar por lo ocurrido y se disculpó en nombre de la ciudad, calificando el incidente como un hecho aislado que no representa la actitud de la comunidad en general. Además, manifestó que se reunirá con los propietarios del restaurante para analizar situaciones similares en el futuro y prevenir desencuentros con los turistas.
La discusión sobre las propinas en Argentina adquirió mayor relevancia después de este hecho: "Lamentablemente, la propina se convirtió en un tema de división en la sociedad. Las opiniones sobre su significado y función varían ampliamente", comentó Apaolaza.
La politización de este tema suscitó diversas perspectivas y opiniones encontradas en torno a su pertinencia. La variabilidad de enfoques sobre la propina, junto con la dificultad de fiscalizar las percepciones informales, como las propinas, generó un debate en constante evolución: "Fiscalizar las propinas es un desafío, dado que generalmente son entregadas en efectivo y no siempre están documentadas. Es un ingreso que se supone que debe ser para el personal de servicio", subrayó el secretario.
Por último, Apaolaza destacó la diversidad en la práctica de la propina a nivel internacional: "En algunos países, la propina está incluida en la cuenta, mientras que en otros se sugiere, y en algunos lugares ni siquiera se espera. En San Martín de los Andes, se sugiere un 10% de propina, pero esto no es una obligación", concluyó.