El secretario de Fruticultura de Río Negro, Facundo Fernández, confirmó que el temporal de granizo que se registró el lunes por la tarde afectó unas 2.500 hectáreas productivas en el valle rionegrino, especialmente en Cipolletti y Allen.
“Todavía no es fácil estimar las pérdidas, pero creemos que el daño promedio ronda el 70%”, indicó Fernández en declaraciones al programa Entretiempo de AM550 La Primera.
El funcionario explicó que el fenómeno climático se desplazó desde el noroeste hacia el sudoeste y provocó anegamientos en chacras donde “todavía no se puede ingresar por la cantidad de agua caída”.
El Ministerio de Producción y Agroindustria envió equipos de fiscalización para recorrer las zonas y acompañar a los productores en la evaluación de los daños.
Sectores más afectados y tipo de daño
Las zonas más golpeadas fueron Cipolletti y Allen, aunque el impacto fue irregular. “Cayó por mangas”, explicó Fernández, señalando que algunos productores perdieron el 100% de su cosecha, mientras que otros no registraron daños.
Las principales especies afectadas son peras, manzanas y frutales de pepita, que se encontraban en plena etapa de desarrollo.
El granizo, explicó el secretario, puede romper completamente la fruta, dejándola inutilizable, o dejar marcas superficiales que, si cicatrizan, permitirán su comercialización con una calidad menor.
“En las próximas 72 horas tendremos un panorama más certero del daño total”, aseguró.
Medidas y asistencia al sector
El Gobierno de Río Negro, encabezado por Alberto Weretilneck, activó el protocolo de emergencia climática.
Según Fernández, ya se distribuyó la declaración jurada de daños a las cámaras de productores para agilizar los trámites y solicitar la emergencia a nivel nacional.
“Esto permitirá prorrogar impuestos y créditos provinciales, y luego pedir la extensión a los tributos nacionales, que son los más pesados para el productor”, señaló el secretario.
Además, el Ministerio evalúa implementar líneas de financiamiento adicional para los damnificados en los próximos días.
Cambios climáticos y alerta por nuevas tormentas
Fernández advirtió que la temporada de tormentas recién comienza, y que el aumento de temperaturas previsto para las próximas semanas —con máximas de hasta 35°C— podría incrementar el riesgo de nuevos episodios de granizo.
“El clima ha cambiado y nos castiga. Estas tormentas solían verse en diciembre, no en noviembre”, agregó.