Río Negro se posiciona como una de las provincias con la electricidad más cara de Argentina, según el último informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), dependiente de la UBA y el CONICET. Los datos corresponden a mayo de 2025 y muestran que, para un consumo promedio de 265 kWh mensuales, las facturas pueden superar los $60.000 en hogares sin subsidios.
El estudio distingue los costos según los niveles de segmentación definidos por el Gobierno nacional:
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Segmento N1 (altos ingresos): $60.724
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Segmento N3 (ingresos medios): $41.900
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Segmento N2 (ingresos bajos): $35.291
Estas cifras colocan a Río Negro entre las provincias con tarifas más elevadas, junto a Neuquén, Santa Fe y Córdoba. En contraste, jurisdicciones como el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Formosa o La Rioja presentan montos significativamente menores.
¿Por qué se paga más?
Expertos señalan que las diferencias tarifarias responden a varios factores:
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La prestación del servicio en Río Negro está en manos de una empresa privada bajo regulación provincial.
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Se suman mayores costos logísticos, presión impositiva local y una actualización tarifaria más frecuente.
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A esto se agrega la ausencia de subsidios cruzados o mecanismos de compensación que sí existen en otras zonas del país.
- El informe expone las fuertes desigualdades en el acceso a la energía.
Golpe al bolsillo y energias alternativas
El aumento impacta no solo en los hogares, sino también en pymes, comercios, galpones de empaque y frigoríficos. En un contexto económico difícil, los altos costos energéticos complican aún más la situación de los sectores productivos regionales.
Asociaciones de defensa del consumidor cuestionan la falta de transparencia y reclaman que la distribuidora eléctrica y la Autoridad Reguladora Provincial expliquen detalladamente la estructura de costos que justifica estas tarifas. Hasta el momento, no se han obtenido respuestas oficiales.
Ante este panorama, crece el interés por herramientas que permitan reducir el consumo y generar energía alternativa:
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Bombillas LED de bajo consumo, como la Led Bulbo E27 9W.
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Paneles solares domiciliarios, ideales para zonas rurales o sin acceso a la red.
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Calefactores eléctricos eficientes, como el Temptech de 250W.
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Medidores de energía individuales, para controlar el consumo en tiempo real.
Estas opciones no solo ayudan a bajar la factura, sino que también fomentan un consumo energético más responsable y sostenible.