Una decisión que apunta a lo social
En medio de la ola polar que congeló a Neuquén este lunes y martes, el gobierno provincial defendió su postura de no suspender completamente las clases. Glenda Temi, presidenta del Consejo Provincial de Educación, fue clara: “Las escuelas que estén en condiciones abren porque es un mejor lugar para muchos alumnos con necesidades”.
Con temperaturas bajo cero, muchas familias no tienen calefacción ni recursos para enfrentar las jornadas más frías del año. Por eso, la escuela se vuelve un refugio con calefacción, comida caliente y contención.
Cuántas escuelas abrieron sus puertas
El lunes, según datos oficiales, el 50% de las escuelas de Neuquén capital dictaron clases normalmente. Las que suspendieron actividades fueron en su mayoría secundarias, donde las bajas temperaturas complicaron la calefacción o el acceso seguro.
Cada institución evaluó su situación edilicia y de infraestructura para decidir si recibía a los estudiantes. De este modo, se mantuvo la opción disponible para miles de chicos que dependen de la escuela como espacio de abrigo.
Apoyo a las familias que más lo necesitan
El gobierno neuquino insiste en que suspender la actividad por completo sería un problema mayor para muchas familias vulnerables. Temi explicó que “con los chicos en el aula, los padres no gastan en leña o electricidad para calentar el hogar”, un gasto que se vuelve imposible en algunos casos.
Además de calefacción, muchas escuelas ofrecen desayuno o merienda, lo que se convierte en un alivio para los hogares más afectados por la crisis económica y la ola polar.
Cada escuela decide abrir o cerrar
La presidenta del CPE recordó que cada institución tiene autonomía para cerrar si las condiciones edilicias o de acceso no garantizan seguridad. Esta flexibilidad permite adaptar la situación a cada barrio y comunidad educativa, sin dejar de sostener un derecho esencial: la escuela como espacio seguro, cálido y de contención.