Un reclamo intransigente por personerías jurídicas, impulsado por una facción de familias pertenecientes a comunidades mapuches, volvió a generar rechazo en la ciudad de Neuquén. Aunque el gobierno provincial reiteró su voluntad de diálogo a través de los canales institucionales y legales correspondientes, la última manifestación culminó con pintadas y destrozos en la Casa de Gobierno. Estos hechos generaron la indignación de vecinos y múltiples cuestionamientos por el tono y la forma elegida para expresar el reclamo.
La marcha fue organizada por la Confederación Mapuche de Neuquén con el apoyo de sectores gremiales y partidos de izquierda. Partió desde el monumento a San Martín y recorrió las principales calles del centro, aunque la convocatoria fue considerada moderada en comparación con otras ocasiones.
Durante la semana anterior, los alrededores de Casa de Gobierno ya habían sido escenario de tensión, luego de que las protestas incluyeran la instalación de carpas, caballos, leña y basura que quedó esparcida tras el desalojo ordenado el domingo pasado. Esta vez, las pintadas sobre el edificio público encendieron el malestar en redes sociales y entre vecinos del centro, quienes reclamaron respeto por el patrimonio público.
El motivo del reclamo sigue siendo el mismo: el pedido de personerías jurídicas para cuatro grupos familiares mapuches, que según el gobierno no cumplieron con los requisitos legales establecidos. Desde Provincia remarcaron que el diálogo institucional “siempre estuvo abierto” y que avanzar requiere cumplir con la normativa vigente.
La protesta también volvió a mostrar la influencia de sectores políticos que suelen sumarse a diversos reclamos en la capital, algo que generó cuestionamientos sobre la legitimidad de la movilización. “Uniendo todas las luchas vamos a parar la violencia y el odio racial”, fue una de las consignas del día, junto a críticas dirigidas al sector petrolero.