HISTORIA DE VIDA

De lírica ligera: la soprano neuquina que hace carrera en Austria

Agustina es cantante de ópera graduada en una de las mejores universidades del mundo. Está de visita en Neuquén y próximamente dará un concierto con artistas locales.
sábado, 18 de febrero de 2023 · 10:19

Agustina Calderón tiene apenas 30 años y es cantante de Ópera, soprano lírica ligera. Y con el don de su voz hizo una carrera formidable: se graduó con una Maestría en Ópera y Teatro Musical en la Universidad Mozarteum de Salzburgo (Austria), una de las mejores del mundo.

 

“Cuando tenía 8 años una profesora le dijo a mi mamá que me mandara a canto porque tenía una cosa natural de hacer segundas voces; se llama armonía, cuando alguien canta en un tono que armoniza con otro como haciendo un coro. Me salía naturalmente”, cuenta.

 

Desde que es pequeña sus sucesivos maestros notaron en ella una condición especial para el escenario. Ella no lo disimulaba ni un poco. “Cuando iba al colegio Don Bosco era la primera en levantar la mano para los actos. Quería participar en todos. Siempre me lo tomé muy en serio y desde chica lo hago con mucha pasión y dedicación. Pero la primera vez que dije ´quiero vivir de esto´ fue a los 16 cuando hacíamos Moulin Rouge en Desafíos. Me tocó protagonizar en el rol de Nicole Kidman”, rememora.

 

Foto: Agustina vino a Neuquén a visitar a su familia.  

 

La magia empezaba a suceder. En una de esas presentaciones una maestra con mucha experiencia, que había sido cantante en el Teatro Colón, le dijo que se tenía que dedicar a la ópera. Y eso le marcó el camino.

Hizo comedia musical en la Academia Desafíos de Neuquén. Luego, estudió música en General Roca. De allí se mudó a Córdoba e ingresó al Conservatorio Superior de Música Félix Garzón donde estudió dos carreras en paralelo, el profesorado y su primera tecnicatura en canto. Más tarde, con la mira puesta en el Teatro Colón, se mudó a Buenos Aires y se preparó durante dos años para la prueba de ingreso.

Pero, no todo camino es un camino de rosas. Lo que en su momento sintió como una fatalidad le abrió la puerta a un mundo mucho más grande que ni imaginaba.

 

 

TODO SUCEDIÓ EN UN BAR 

Mientras vivía en Buenos Aires, Agustina estudiaba mañana, tarde y noche para audicionar en el Teatro Colón. Llegaron las vacaciones e hizo su primer viaje a Europa. Claro, entre todas las ciudades que visitó, no podía faltar conocer en la que nació Mozart.

Mientras caminaba por las callecitas de Salzburgo, cuenta que por la pequeña puerta de un bar escuchó salir una musiquita que le era familiar: sonaban las canciones de los Fabulosos Cadillacs. Sin dudar entró y terminó cantando al lado del músico, un guitarrista argentino, mientras la gente le dejaba propina y arrojaban rosas a sus pies. “Me fui de ahí con 60 euros y un ramo de rosas”, relata con gracia.

Foto: Mientras hacía su maestría, hizo distintas producciones en la Universidad. Copyright: Christian Schneider

Y la magia volvió a suceder: “Cantamos de todo un poco pero al final hice una de Mozart y un señor me empieza a hablar en alemán, y me empiezan a traducir. Me preguntaba si yo trabajaba en Salzburgo o si estudiaba ahí porque yo tenía muchas condiciones”.  

Agustina ya tenía un camino y la situación del bar le marcó el rumbo. Esa misma noche, en un tren nocturno rumbo a Venecia, se puso a googlear las universidades del mundo para estudiar música y, casualmente, la mejor estaba en la ciudad del bar, la que estaba dejando atrás. “Buscando info veo que Bárbara Bonney, una cantante muy famosa, de las mejores del mundo en el siglo 20, era profesora ahí. Yo estudié toda mi carrera mirándola a ella en Youtube, era mi referencia siempre y ver que daba clases ahí fue como que todo cerraba”, recuerda.

Foto: Interpretando un papel en una de las seis producciones de las que participó luego ingresar a Universidad Mozarteum de Salzburgo (Austria). Copyright: Christian Schneider

Esa misma noche disparó varios mails a a varios docentes de la Universidad y uno fue para Bárbara Bonney. “Ella me contestó enseguida pero yo ya estaba en Venecia. Entonces cambié mi pasaje y me volví a Salzburgo. Como no tenía plata para ir a un hotel, los chicos del bar me invitaron a quedarme en su casa. Todo parecía increíble”, dice y se emociona de solo recordar.

Finalmente, conoció la universidad y tomó una clase con su ídola que, luego de escucharla cantar, la convocó para rendir el examen del año entrante.  

Estar en el camino al éxito ya es un éxito, y en ese rumbo iba Agustina, en la búsqueda de un destino que tenía un único final posible: ser cantante. Al regresar a la Argentina, ya tenía hoja de ruta: “si me va mal en el Teatro Colón, vendo todo y me voy a Salzburgo”, se dijo.

Foto: Lookeada por la marca de ropa local Kisuhara Indumentaria posó para Mejorinformado.  
 

BENDITO TROPIEZO

Los dos años que pasó en Buenos Aires preparándose para entrar al Colón no fueron fáciles. “Me preparé muchísimo pero fue duro porque no estaba insertada en ningún grupo, solamente iba a mis clases semanales de canto. Y bueno, di el examen que constaba de cuatro instancias, con un jurado de 25 personas. Me acuerdo que canté el área del personaje Sophie de una ópera francesa que se llama Werther y llegué hasta la final”, explica. Pero, aunque asegura que pisar el escenario del Teatro Colón fue una gran experiencia, quedar entre los 10 finalistas de un total de 100 personas, no fue suficiente: solo 6 fueron seleccionados. 

 

Foto: Además de ser cantante, también es profesora de canto y aprovecha sus días en Neuquén para dar "intercambios" de saberes como le dice a los cursos. Copyright: Christian Schneider
 

 ¿Cómo viviste no quedar en el Colón?

Fue dramático. Yo quería entrar. Para mí no había otra chance. Y, aunque nunca dudé de seguir, me frustré y lloré. Y mi familia siempre me apoyó mucho. Pero me sequé las lágrimas y seguí. Vendí todo y me fui a Europa a rendir el examen en la Universidad de Salzbusgo.

¿Cómo te preparaste para ese examen que también debe haber sido muy exigente?

En cuatro meses me preparé mucho para dar el ingreso que era re selectivo. Pero yo estaba segura de que ese lugar era para mí. Y ese año entramos 8 personas de las cuales solo 3 somos mujeres, una chica coreana, una de Hungría que es mi mejor amiga y yo, la única latina en todo el grupo y la única que hablaba español.  

 

En cuatro meses me preparé mucho para dar el ingreso que era re selectivo. Yo estaba segura que ese lugar era para mí.

 

¿Y hoy cómo es tu trabajo allá?

Ya hace tres años que vivo allá y trabajo como cantante solista en la Cámara de Solistas de Salzburgo y ahora quedé seleccionada en un coro. Pero además, tengo varios trabajos paralelos con los que subsistí toda la carrera. Durante el verano trabajé como acomodadora en el Festival de Música de Salzburgo que es el festival más importante que Europa y ahí pude conocer a los más grandes de la música.

 

Foto: Cuando rindió el ingreso entraron 8 personas de las cuales solo 3 eran mujeres, una chica coreana, una de Hungría y Agustina, la única latina en todo el grupo. Copyright: Christian Schneider

 

¿Y en la diaria cómo es tu vida?

Es bastante tranquila. Vivo en una casa con cinco personas y tengo mis rutinas. Me levanto y medito, hago yoga, me preparo los mates y pongo la radio, argentina claro. Y tengo mis rutinas de ejercicios de corporales, de respiración y vocalización o tomo clases virtuales.

¿Qué cosas de acá extrañas cuando estás allá?

Mi familia, mis amigos. Es lo social lo que se extraña, esta cosa que tenemos entre argentinos y que no tenemos ni que explicar. A veces, cuando estás en otra cultura, es mucho más difícil. Por eso soy fan de la radio argentina, se convirtió en una gran aliada para mí porque allá no se da esto de ‘che paso y tomo un mate’.

 

Foto: Con apenas 30 años es cantante de Ópera soprano lírica ligera y hace carrera en Austria, aunque extraña la argentinidad.
 
¿Y qué hay en tu horizonte hoy?

Mi sueño sería ser solista en un teatro y trabajar con un equipo. Eso sería lo máximo. Porque lo más duro de esta profesión es estar solo. Y después, el Teatro Colón, ojalá que algún día la vida me dé la posibilidad de cantar ahí.

 

 

IN CONCERT   

Agustina está en Neuquén. Vino a pasar el verano con su familia antes de arrancar de lleno con su trabajo. Pero no todo es relax. Durante su estadía en la ciudad da clases de técnica y movimiento corporal “para toda persona que quiera expresar algo con su voz”, aclara. Y, el 23 de febrero a las 20 horas, dará un concierto íntimo en una sala de la ciudad de Neuquén acompañada por el violinista Mauricio Aramayo y en el piano, Nehemias Aguilera.   

Foto: Agustina Calderón, podés seguirla en sus redes @agustinacalderon.soprano y en su canal de Youtube Agustina Calderón..
 

Agustina es un orgullo nacional y un maravilloso ejemplo de perseverancia y fortaleza. Porque no fue magia. Esta historia de trata de seguir un sueño y trabajar duro para conseguirlo, con esfuerzo y determinación.

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