Brian Fernández no se entrena hace un mes con Talleres de Remedios de Escalada, el equipo al que se había incorporado formalmente en mayo para jugar en la Primera Nacional. En respuesta a lo que había publicado la página de TyC Sports este martes, desmintió estar desaparecido y explicó el motivo de su ausencia.
No juega desde el 14 de junio, cuando el Albirrojo perdió de local por 1 a 0 con Central Norte de Salta. Fueron apenas cuatro partidos, todos con derrota, también ante Chaco For Ever de Resistencia, Mitre de Santiago del Estero y Almirante Brown, su ex equipo, al que le convirtió un gol. Fernández había encontrado en Remedios de Escalada un buen nivel futbolístico y estaba comprometido pero, después de una lesión que iba a marginarlo por dos fechas, empezó a faltar a los entrenamientos.
A pesar de algunos intentos de la institución por reincorporarlo, no volvió a presentarse. En las últimas horas, hizo un posteo en Instagram en el que afirmó: "No estoy desaparecido. Estoy bien y con mi familia". Además, agregó que habló "bien con la gente del club y ellos también hablaron con mi familia" y remató con que "esta vez no es el caso de lo que todos piensan", en relación a su problema de adicciones que lo marginó reiteradas veces de otros equipos.
A la hora de dar las explicaciones del caso, el futbolista reveló que tuvo que ver con la barra del club. "Tuve un primer encuentro con el jefe de la barra del club. Estaba con mi mamá y mi hermana. En el segundo, ya teniendo residencia en el club, me dijo que agarre mis cosas y me vaya. Para no tener ningún tipo de problema o que pase a mayores me fui y no me volví a presentar. Siempre para proteger mi persona, mi carrera y sobre todo mi familia", escribió.
La historia de Brian Fernández
Su primer problema surgió en 2016, cuando- después de irrumpir en Defensa y Justicia- dio positivo en un control antidoping cuando jugaba en Racing y fue suspendido por un año y medio. Se sobrepuso y volvió con la camiseta de Sarmiento de Junín, para luego pasar por el Metz francés, Unión La Calera de Chile y el Necaxa mexicano.
El talento futbolístico lo llevó a ser comprado en 2019 por los Portland Timbers de la MLS estadounidense. En Norteamérica hasta entró a un programa especial para la lucha contra las adicciones, pero a los seis meses le rescindieron el contrato. Volvió para 2020 a Colón de Santa Fe. Pasado el impasse de la pandemia, llegó a jugar algunos partidos con el Sabalero, pero repentinamente dejó de ir a entrenar y fue internado en una clínica, por su familia, para luego recalar en Ferro Carril Oeste, donde llevó al equipo hasta el Reducido de 2021. Donde no llegó a jugar los partidos trascendentes de la definición del torneo.
Y tuvo otra recaída.
El 2022 lo encontró en Deportivo Madryn y, lamentablemente, la historia se repitió. Tras 6 partidos jugados, empezó a faltar a las prácticas y terminó pegando la vuelta a Caballito, con idéntico desenlace. La siguiente noticia suya fue por una detención, luego de apedrear un colectivo, en medio de un "brote alérgico a causa del consumo de estupefacientes".
Colón le dio una nueva oportunidad a principios de 2023, pero no llegó ni a jugar hasta que volvieron a marginarlo por faltazos reiterados. En septiembre reapareció por dos partidos en el Ascenso de México con el Morelia. Y luego recaló en Almirante Brown.
Daniel Bazán Vera, en ese entonces entrenador de la Fragata, se lo llevó a vivir a su casa. Y con la camiseta mirasol encontró estabilidad: en 27 partidos convirtió 5 goles y llegó a enfrentar a Boca por la Copa Argentina. Pero se fue "El Indio" y había sido lo último de Brian en el fútbol profesional, hasta una fallido pase al Coquimbo Unido de Chile y este paso por Talleres de Remedios de Escalada.