En un mercado donde los hinchas esperaban nombres pesados como Maximiliano Salas o Lucas Cepeda, River pateó el tablero con una jugada digna de póker: cerró la llegada de Alex Woiski, delantero de 19 años, libre del Mallorca, que ya está en Buenos Aires para firmar contrato por tres años.
No fue tendencia en redes, ni portada en portales, pero Gallardo lo tenía anotado en su libreta de apuestas: lo apodan el "nuevo Garnacho" por su estilo y origen europeo, aunque por ahora no tiene tatuajes de Maradona ni goles en Old Trafford.
Woiski nació en Palma de Mallorca en 2006, y su carrera comenzó a los 7 años, cuando un cazatalentos lo pescó en un torneo intercolegial. Desde entonces, no paró de romper redes: más de 500 goles en las Inferiores del club español¿Inflado? ¿Realidad? El Muñeco decidirá.
Se trata de un delantero versátil, que parte desde los costados y no vive solo en el área, una especie de extremo con alma de goleador. Si pasa la revisión médica, firmará por tres años y será evaluado por Gallardo en las prácticas del primer equipo. Si lo convence, irá directo al plantel profesional. Si no, lo esperará la Reserva, que últimamente parece un filtro de alta competencia.
Mientras River sigue negociando por Salas y Cepeda, Woiski se convierte en el primer refuerzo oficializado. Llegó sin bombos, sin videos épicos, pero con la ilusión de que esta vez, el Europibe sí funcione.