Hace 29 años, un pibe de apenas 16 años se ponía por primera vez la camiseta de la Primera de River. Era Pablo César Aimar, el cordobés que el fútbol argentino bautizaría como el “Payasito” y que se ganaría el cariño eterno del hincha. El debut no fue con triunfo: Colón de Santa Fe se llevó un 1-0 del Monumental. Pero ese día quedó marcado como el inicio de una carrera que haría historia.
Ramón Díaz, entonces entrenador millonario, fue el que se animó a darle minutos en un plantel repleto de figuras: Ortega, Francescoli, Gallardo, Sorín, Burgos. Aimar no se achicó y desplegó el talento que lo convirtió en distinto: rápido, creativo y con una visión de juego única.
Con River, conquistó el Torneo Apertura 1996, el Clausura y Apertura 1997, y el Apertura 1999, formando parte de los recordados “Cuatro Fantásticos” junto a Saviola, Juan Pablo Ángel y Ortega. En febrero de 1998 marcó su primer gol en Primera, frente a Rosario Central.
Uno de los goles más recordados de Aimar a Boca en el Monumental:
Aimar fue más que un jugador: inspiró a toda una generación, incluido un joven Lionel Messi, que años después lo llamaría su ídolo. Hoy, el “Payasito” es parte del cuerpo técnico de Scaloni en la Selección, cerrando un círculo donde aquel chico de 16 sigue ligado a la camiseta celeste y blanca, ahora desde otro lugar.
“Hay un millón como vos. Andá, disfrutá y medite con los mejores”, le dijo su papá antes de dejar Río Cuarto rumbo a Buenos Aires. River fue el que tuvo el privilegio de disfrutarlo, y el fútbol argentino, de aplaudirlo.